Sustentabilidad

En qué se diferencian un elemento compostable y uno biodegradable

Uno de los pasos para evitar el cambio climático, es reducir las cantidades enormes que se desechan de basura. Compostar, y escoger productos biodegradables, son dos de las mejores prácticas sustentables para llevar a cabo.

Bautista Otamendi lunes, 20 de septiembre de 2021 · 22:05 hs
En qué se diferencian un elemento compostable y uno biodegradable
Ambas formas logran descomponer los productos, pero sus diferencias es cómo y en qué tiempos se logra.

Desde que comenzó la pandemia, en muchos hogares decidieron reciclar, crear un compost o una huerta con el fin de cultivar alimentos orgánicos. Muchos de los que se animaron a llevar una vida sustentable aprenden de a poco y asimilan cada vez más conceptos nuevos como pueden ser las palabras “compostable” o “biodegradable”, ¿en qué se diferencian?

Las actividades sustentables ganan más terreno en las temáticas de la sociedad, desde empresas con perspectivas medioambientales, hasta estados con la creación de espacios verdes. Las palabras compostaje y biodegradación tienen muchas cosas en común, y es necesario diferenciarlas porque son pocas las características que las separan de la práctica, donde suele prestarse a confusiones.

Productos biodegradables

Los productos caracterizados de esta manera, tienen la propiedad de descomponer sus elementos básicos por acción de los microorganismos que poseen. Estos productos vuelven a su ciclo natural por las bacterias presentes en la tierra que logran que este proceso se haga más rápido.

Todos los elementos en algún momento se degradan en la tierra, pero normalmente suele tardar demasiado tiempo. Por ejemplo los plásticos, dependiendo el tipo y cómo está compuesto, pueden tardar entre cien y mil años en degradarse. Una colilla de cigarrillo puede degradarse en diez años. Así hay muchísimos productos que además de contaminar el suelo y el agua, se acumulan por el prolongado tiempo que tienen para volver al ciclo natural. Por lo que un producto biodegradable, significa que ese proceso se hace en un tiempo mucho más rápido, y su capacidad de descomposición ayuda a que existan menos residuos. 

Este tiempo de degradación dependerá de ciertos factores del exterior, por ejemplo el oxígeno, la humedad y la temperatura del entorno. Esta es una apuesta de marketing también de ciertas empresas, donde notaron la preocupación de la población por cuidar al planeta y generar menos residuos. Es muy común ver packaging y envoltorios que en el reverso comunique si es biodegradable y cuanto tiempo tiene en promedio en descomponerse, ya que dependerá siempre del material con el que está compuesto y recomendaciones. Normalmente un producto de este tipo puede alcanzar un tiempo de tres meses a dos años en alcanzar su ciclo natural.

Elementos compostables

Al igual que los productos biodegradables, este tipo de material logra descomponerse de una forma extremadamente rápida gracias a los microorganismos, y bacterias que se encuentran en el suelo. Acá se cumple un ciclo muy similar al de los alimentos orgánicos, donde además de que vuelve a ser parte de la naturaleza le aporta un valor agregado a ella: nutrientes. Este tipo de elementos compostables conforman un gran ejemplo de economía circular, esto quiere decir, que un producto que tiene estas características cumplirá el rol de abono orgánico para una huerta, maceta, o jardín.

No cualquier tipo de alimento orgánico, puede utilizarse para el compost, debido a que deben cumplir con ciertos requisitos para que se degrade rápido, y que realmente le brinde nutrientes al suelo. Por ejemplo, las carnes, lácteos o elementos de animales no pueden utilizarse en un compostaje, pero sí yerba, frutas y verduras. Estos elementos, como tantos otros, le brindarán al suelo nutrientes favorables para el crecimiento vegetal.

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