Educación

¿Por qué la Industria del conocimiento es el futuro de la economía?

Distintas tecnologías están disponibles en el país y se pueden usar en la educación. Argentina se posiciona lentamente en el mundo y genera una industria del conocimiento propia y pujante

Santiago Hernandorena
Santiago Hernandorena domingo, 20 de junio de 2021 · 15:31 hs
¿Por qué la Industria del conocimiento es el futuro de la economía?
Foto: https://e.rpp-noticias.io

La industria del conocimiento es, según entienden muchos especialistas, una fuente de trabajo e ingresos para los países, no solo del futuro, sino del presente. Argentina poco a poco comienza a insertarse en ese mundo.

Andrés Espasandin es uno de los fundadores de Gaucho Devs, una empresa que produce software y contenidos para tecnologías inmersivas, como realidad aumentada o realidad virtual, en distintas áreas.

¿Hasta qué punto Argentina se podría convertir en un centro de generación de industria del conocimiento?

La verdad que hay mucho potencial con ese tema y se está trabajando. En Mendoza están tratando de cambiar un modelo económico y se ve a nivel nacional. Se dieron cuenta que el modelo que tiene que ver con el agro de alguna manera está llegando a una especie de límite en cuanto a la tecnología.

En la industria del conocimiento, con inversiones que son muy bajas, en el sentido de que uno puede programar teniendo una computadora y puede comenzar a hacer aplicaciones que después se replican, pueden obtenerse ganancias muy alta en relación a esa inversión.

Yo creo que lo importante es que se empiece a apostar bien en esto, que es el futuro. ¿Cuántas horas pasa uno en esta realidad paralela que tiene que ver con lo virtual, con las redes sociales? Horas, y son todos contenidos que tienen que ver con eso, con lo digital.

Hasta el arte está mutando, con el tema de los NFT Token. Es decir, hacer coleccionables con la tecnología blockchain, la misma que se usa con las criptomonedas, para que una persona pueda ser dueña de un archivo digital. No solo en el arte. Por ejemplo, se vendió el primer tweet por una fortuna en dólares.

Nosotros estamos trabajando con un artista en España, que es Zigor, en conjunto con Secondary Bounce, una empresa hispano-mendocina, en la presentación del arte que se vende por NFT. En esa veta cambia el paradigma para los artistas y tiene todo que ver con la industria del conocimiento.

A raíz de esto van a aparecer y desaparecer trabajos, y los políticos tienen que tener muy claro eso porque el modelo en el mundo está cambiando. Cajeros de bancos, gente que atiende un negocio o un bar, van a ir desapareciendo y se remplazarán con robots.

¿La industria del conocimiento está centrada en algún lugar de Argentina?

Antes todo pasaba por Buenos Aires y ahora en Mendoza y Córdoba, se están haciendo cosas al mundo. Hay una gran predisposición y para eso pero hay que seguir capacitando. Y los gobiernos entender qué necesitan las empresas y ayudar. Pero todavía falta seguir incentivando porque es una industria que va a dar trabajo a mucha gente. En esto cualquiera puede trabajar desde su casa para cualquier lugar del mundo.

Si los gobernantes son inteligentes, eso puede ser un ingreso muy importante para el país porque genera un ingreso en dólares, euros..

Criptomonedas, también.

Ante esto los políticos van a tener estar atentos para capacitar gente que se va a quedar fuera de este mundo.

Totalmente, y, sin ánimo de criticar a los maestros que hicieron una labor impresionante con la pandemia, el sistema educativo en sí está muy obsoleto. No cambió mucho en los últimos 40 años y no busca potenciar las distintas inteligencias y capacidades. Es como que no se desarrollan y después salen a buscar todos los mismos trabajos y se genera un cuello de botella y hay otros que lamentablemente potenciales que no se aprovechan. En ese sentido la educación está muy quedada.

Claro, pero hay que ver si están los recursos para poder avanzar en ese sentido.

Completamente de acuerdo. Hay gente que tiene el problema de que no tiene cloacas en las escuelas, o los chicos no tienen conexión a internet, o peor, no tienen para comer. Eso es lo primordial y lo del día a día que tienen que resolver, no queda otra. Pero lamentablemente la brecha respecto a otros países, y esto pasa en no solo en Argentina, se agranda y el enfoque tiene que cambiar totalmente porque el futuro está apuntando a otro lado y la educación está complicada en ese aspecto.

Hoy los chicos están bombardeados de información y tienen otro lenguaje y otra velocidad para las cosas. Y se distraen y a los maestros les cuesta captar la atención con este sistema, y aunque lo hayan intentado modificar, es complicado. Cuesta motivarlos para que estén ahí.

Nosotros hicimos con las tecnologías inmersivas un juego que se llama Ecohuellas, que es un juego de mesa que tiene realidad aumentada. Es para concientizar a los chicos acerca de la contaminación y el cuidado del medio ambiente. Se usa básicamente a través de los teléfonos, que buscamos se utilicen incentivando el buen uso de la tecnología, no de prohibirlo, sino de saber que es una herramienta para adquirir conocimientos y se convierte en aliado del maestro.  

Los alumnos usan ese juego, donde está Mendoza, primero desde el nivel hogareño, luego crece al barrio y después a la ciudad, y ellos apuntan a solucionar la contaminación de este lugar que lo ven tridimensional y después tienen que responder preguntas y les da un puntaje final.

En algunos museos del mundo utilizan realidad virtual y aumentada para educar. ¿Es posible utilizar esas tecnologías para la educación en Argentina?

Sí, es infinita la cantidad de cosas que se pueden hacer con eso. Los límites, y te lo digo por la experiencia que tenemos en Gaucho Devs, son el tiempo y los recursos económicos. Llega un punto en que ciertas aplicaciones se vuelven complejas y hace falta dinero, porque hay mucha gente, de distintas áreas específicas, que trabaja atrás de eso.

En ese sentido, nosotros tenemos un modelo de negocio apuntando al exterior, es la forma que tuvimos para sobrevivir en este tiempo.

¿Ese modelo nace por la pandemia o porque realmente el negocia está hacia afuera?   

Tiene que ver con  las dos cosas. Hoy los valores que se manejan afuera tienen una diferencia abismal y, aunque esta pandemia nos demostró que hay mucho interés de hacer cosas en Argentina, los recursos hoy son limitados y son cosas complejas, donde necesitas gente capacitada que trabaje. Luego un proyecto se complejiza y resulta muy difícil finalizarlo con el presupuesto que se maneja.

Si tuvieses que explicarle a alguien que no entiende nada de esto que es la realidad aumentada o la realidad virtual, y las distintas opciones que tienen ustedes en Gaucho Devs, ¿cómo lo harías?

Básicamente la realidad aumentada se popularizó con Pokemon Go, o las máscaras de Snapchat. Es acceder por medio de la cámara de tu teléfono o tablet y viendo a través de la cámara se suman videos, textos, modelos en 3D.  A la realidad que vemos se le agregan elementos digitales.

La realidad virtual es que, por medio de unas gafas o casco, uno puede experimentar como que está volando en un avión, haciendo parapentes o en el fondo del mar. En esto hay dos tipos de programa: uno se filma con cámaras especiales que graban en 360° y vos movés tu cabeza y vas viendo todo. En el otro se fabrica un escenario tridimensional en 3D. También existe el audio inmersivo, que potencian la realidad virtual.

Con el casco tenés afectado los ojos pero el sonido es también muy importante, porque te genera que sientas la inclinación o distancia de las cosas que suceden. A través de esas técnicas de audio 360 o inmersivo, que también le dicen 8D, se aprovecha  el aprendizaje del cerebro respecto a la interpretación de espacio y se genera la ambientación en la que uno está metido.

También utilizamos técnicas de storytelling, cómo contar una historia, que queremos siempre que impacte y deje un mensaje importante. Y otra herramienta que usamos, sobre todo en el ámbito educativo, es la gamificación, es decir el juego aplicado a la educación.

En la realidad virtual hay de todo…

Si, de hecho es muy útil para personas que tienen alguna discapacidad motriz. Se ponen el casco y de repente están volando, haciendo ala delta, viajando o cosas que en su realidad se les complica hacer. Es una gran herramienta.

Es impresionante. En algunos lugares del mundo se utiliza en la salud para practicar operaciones con implementos de precisión, para que cuando lleguen al momento de hacerlo en la realidad tengan mucha experiencia. Otro uso industrial que vi es que se pone a un futuro operario a practicar con la simulación el uso de una máquina y cuando llega a la realidad, la maneja con conocimiento.

Pero: ¿hay una conciencia o existe interés en nuestro país de que estas tecnologías se conviertan en algo habitual?

En un comienzo tuvimos que hacer un trabajo de evangelizar, porque hay gente mayor en distintos ámbitos que toma decisiones y no está habituada a estas tecnologías. Pero ahora noto que hay mucha más conciencia. Yo creo que el lado positivo de la pandemia, sin olvidar obviamente todo lo malo, es que han pasado varios años en uno; nos ha hecho evolucionar. A muchos les permitió darse cuenta de que hay muchas tecnologías que pueden servir para potenciar sectores y trabajos.

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