¡Te roban todo!

A cuidarse de los engaños: este es el nuevo "cuento del tío" versión pandemia

Se trata de una modalidad de estafa que tiene como objetivo desvalijar casas, robando mientras se obliga a los habitantes a salir de ellas. En la nota te contamos los detalles del modus operandi.

Federico Croce
Federico Croce viernes, 14 de agosto de 2020 · 10:12 hs
A cuidarse de los engaños: este es el nuevo "cuento del tío" versión pandemia
El cuento del tío, siempre vigente.

Desde un tiempo a esta parte, una de las medidas de flexibilización de la cuarentena argentina en varios lugares del país ha sido la autorización para funcionar -y por ende, para reunirse- a los cafés, confiterías, restaurantes y bares; sosteniendo la prohibición como contrapartida de las reuniones domésticas, en los domicilios particulares. 

Varios gobiernos provinciales fundamentaron esta decisión, explicando que al reunirse en un sitio público se garantiza que el convite sea, como máximo, de seis personas. Además en esos espacios se exige el rellenado de una declaración jurada en donde queda registrado el nombre y apellido, domicilio, teléfono, obra social y demás datos de los partícipes de la reunión. ¿El objetivo? Si alguno de los individuos que asistieron al lugar resulta luego positivo en un test de Covid-19, gracias a esos datos guardados por el local se podrá identificar, informar y rastrear a las personas que estuvieron con el y aplicarles los protocolos debidos.    

Sin embargo, maleantes han encontrado en esto una posibilidad para dar rienda suelta a sus fechorías. Una reconocida escribana mendocina fue quien alertó a la redacción de MDZ sobre esta nueva modalidad de estafa. "Siempre leo este tipo de 'chantadas' en las crónicas policiales, pero esta vez le sucedió a una amiga, que la llamaron a las 4 de la mañana", explica la profesional antes de comenzar relatando la forma en que se intenta engañar a la gente para robarle.

Los creativos estafadores en tiempo de pandemia, quedan atentos en los espacios gastronómicos y sacan foto con el celular a las planillas completas con datos de las personas que quedan en las mesas en el espacio de tiempo que queda entre que las mismas se retiran y los camareros las recogen.

Cuidado con los llamados telefónicos.

 Ya con estos datos, eligen a su presa y, pasados unos días, montan una escena telefónica llamando a la gente y haciéndose pasar por  agentes de Salud del gobierno, diciéndoles que el día 'tal', a fecha 'tal', en el bar 'tal', asistió a un restaurante en donde una persona que estuvo esa misma jornada ha resultado con diagnóstico positivo de coronavirus, y por eso debe asistir a determinada hora a un hospital para que todos los habitantes de su hogar sean hisopados.

Apenas los habitantes de la casa salen, preocupados por esta información, los cacos tienen tiempo de entrar y desvalijarla. "En Rosario ya se han producido varios de estos robos", afirma un Whatsapp que circula.  

"A mi amiga incluso le dijeron que de aviso en su trabajo", comenta la escribana mendocina. "Ella dudó, y se comunicó con el restaurante en cuestión, donde le aseguraron que era todo mentira", finaliza el relato. 

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