Pasé y miré: rescate inesperado en Guaymallén
Policías que realizaban un patrullaje en bicicleta por el barrio de San José tuvieron que ingeniárselas para recoger a un aguilucho que estaba en la vía pública. Los nenes, agradecidos.
José Escudero es un policía grandote que trabaja montado en su bicicleta. Y lo que permite la bici es ir atento a cada detalle. Tal vez por eso este miércoles, cerca de las 21, pudo detectar en la esquina de Mitre y Patricias Mendocinas (San José) a un ave salvaje que no podía valerse por sí misma. Entonces se las ingenió para arroparla y llevarla a una veterinaria.
"Si me vas a retratar esperá, porque soy negro y no voy a salir en la imagen", bromeó Escudero antes de ubicarse al lado de una luz. En sus brazos, el aguilucho -acaso intimidado por la enorme sonrisa del oficial- se mantenía tranquilo.
Salió la foto y allá fue el hombre, pedaleando despacio para no mover el trapo que envolvía al pájaro. Esta vez no tuvo que usar el arma ni la cachiporra, sino la ternura.
A veces los atardeceres mendocinos tienen esas magias.