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Cecilia Prato: "Haber pasado por lo que pasé me hace la mujer que soy"

En una cálida entrevista la destacada artista compartió su experiencia y aprendizajes en relación a dos importantes vínculos en su vida: el arte y la maternidad. De esta charla surgieron claves muy inspiradoras y una linda invitación al público mendocino para enriquecer su experiencia con el arte.

Paola Arcana
Paola Arcana jueves, 29 de octubre de 2020 · 11:11 hs
Cecilia Prato: "Haber pasado por lo que pasé me hace la mujer que soy"

Cecilia Prato es dueña de un gran talento artístico con el que logra conjugar la simpleza y la pureza de las formas con detalles que solo pueden apreciarse cuando ajustamos la mira sobre el lienzo y que dan cuenta de su presencia, conexión y dedicación en la obra; surge la feminidad a través de la frescura y armonía de sus composiciones.

La artista pasó por MendozAprende, y en el vivo de Instagram de MDZ Online hablamos con ella acerca de “Arte para Encontrarte”, dando cuenta de su historia y recorrido en el desarrollo de su carrera. Partimos de un punto que llamó mi atención, esa comunicación atenta y continua que se advierte en ella con su obra, con el arte como espacio de realización personal y con el público que aprecia su estilo.  

No se vivir de otra forma que no sea a través del arte. Mi reconocimiento como persona empezó a la par, en una relación simbiótica con el arte. Desde que me encontré con el arte lo tomé como mi camino para crecer y evolucionar”, dijo.

- Fuiste al Colegio Bellas Artes, ¿sabías desde la adolescencia que tu camino iba por el arte o fue de casualidad que fuiste a ese colegio?  

- La verdad es que fue gracias a mi mamá, hasta ese momento no sabía ni a dónde estaba parada. Fui a un colegio de la Universidad por que era lo que uno aspiraba para adquirir una buena enseñanza. No tenía relación con el arte, todo lo contrario. Me dedicaba al deporte, en mi familia nadie se relacionaba con el arte, y mi mamá no se cómo vio que yo tenía condiciones. 

El primer tiempo del secundario no fue fácil para mi, me costó hallarme, incluso me cambié de colegio, que solo duró un día y volví al día siguiente y ahí recién siento que me empecé a encontrar. Con el arte entablé una relación, como la que hacés con el amor, o sea de aprender, construir y reconstruir, de pelearme y abuenarme; creás un vínculo y en mi caso es el más presente en mi vida junto con mi hija y con ella la maternidad. Vas aprendiendo a relacionarte. 

- Qué importante esto de verlo como una relación en la que te vas construyendo, en que atravesás por conflictos internos, planteos y replanteos. Y todo eso es parte de construir tu rol. También mencionaste la pasión y el amor, que siempre encuentran un camino para ligarte nuevamente aún cuando uno hace berrinche. 

- De eso se trata, el trabajo no tiene que ser algo fuera de la vida de uno. Obviamente hasta que uno no lo apropia creés que es fácil separarte; el arte económicamente no es fácil, la independencia tampoco y te tienta mirar para afuera creyendo que dedicarte a otra cosa parece ser más fácil; sin embargo con amor, pasión, tiempo y conocimiento uno puede lograr una comunión con el trabajo. 

El compromiso es un alimento diario que uno tiene que entregar al trabajo, hay que entregarse y en eso me considero afortunada. 

- ¡Realmente cuánto cuesta entregarse!

- No todos los momentos son felices. En mi trabajo siempre tuve mucha suerte, trato de hacer la cosas bien y eso es una devolución que me da la gente. Trato de ser auténtica, y para eso una tiene que despojarse de las cosas que tenés puesta desde afuera, es un trabajo interno muy fuerte el que hago para estar presente en mi trabajo.

- Me comentaste que fuiste mamá muy joven. Antes había mucho prejuicio sobre si el arte era una actividad económicamente redituable. ¿Cómo operaba en vos esa presión cuando debías no solo pensar en abrirte camino para vos sino también para tu hija? ¿cómo lidiaste con esos prejuicios? 

- Tuve una hija a los 25 años y me separé a los 26 años. Estaba estudiando cuando me separé y la verdad que fue ponerse a mi hija tipo cangurito adelante y descubrirme como madre, porque era chica y como profesional porque estaba estudiando. A veces aparte de la fuerza interna de uno hay cosas afuera que te guían, que te van cayendo y te dicen “seguí por acá que es el camino”. Hay que confiar en las personas que se acercan, se trata de estar atentas, de hacer un trabajo interno de autoconocimiento y de ser fiel. 

No es fácil porque somos personas que desconfiamos de nosotros mismos, entonces hay que hacer mucha limpieza; pero la vida nos pones roles o situaciones y eso es hermoso, que estemos vivos y despiertos todo el tiempo.

La pandemia que nos ha sacudido mucho, sin embargo agradezco a Dios que existe movimiento porque eso trae aprendizajes. 

Haber pasado por lo que pasé me hace la mujer que soy y creo que mi hija está contenta con la mamá que tiene. 

- ¿Cómo fue para vos compaginar la maternidad con tu faceta emprendedora? 

- Cuando me doy cuenta que tengo que salir a trabajar y que tengo una hija chiquita mi estructura laboral se creó en mi casa, si bien daba clases en la facultad y también contaba con mis padres que me acompañaron al cien por ciento; mi esquema de trabajo siempre fue no estar lejos sino armarlo en casa para que fuera yo quien pudiera cuidar de mi hija. En eso me resulto hasta fácil, porque mi casa es mi taller y siento que pude ejercer el rol con comodidad. Desde lo económico creo que las preocupaciones son las mismas que en cualquier otro trabajo cuando tenés que organizarte. 

- ¿Qué pensás respecto a colocar el dinero o el crecimiento económico como un norte que ordene las metas laborales?   

- Creo que a través del tiempo aprendés o creás un estado de con-ciencia de no trabajar por el dinero, en realidad cuando uno hace las cosas bien y las hacés desde el amor, con pasión y entrega, el éxito y el dinero es una consecuencia no un fin. Creo que si aprendiéramos que todo lo que haces con amor, dedicación y compromiso tiene automáticamente una devolución, el mundo funcionaría de una manera más equilibrada y armónica. 

- Es como el dominó, una decisión repercute en todas las esferas de tu vida para bien o para mal. Si optamos por cosas que nos hacen bien y nos nutren, se proyecta a todo y a la inversa lo mismo si optamos por cosas que son negativas para uno, aún cuando te dé dinero. ¿Qué te propones trasmitir en tu arte?

- Trato de ser coherente conmigo misma; todo lo que busco en mi como ser y como persona automáticamente lo veo reflejado en mi trabajo. El arte me permite a través de sus elementos, del color, la forma y la textura encontrar un estado de conciencia en la que uno puede requilibrarse y también es una forma de transmitir una emoción que quizás conscientemente no la registraba y la veo ahí; por eso digo que me aprovecho del arte para ver qué descubro de mi misma. 

- Realmente la vida nos habla a todos todo el tiempo acerca de nosotros, sin embargo verlo depende de cuán atentos estamos. 

- Yo me hago el espacio para encontrarme conmigo a través del arte , es una necesidad básica de vida que tengo, que necesito manifestar emociones o presencias que vienen con mucha fuerza, como puede ser un color que necesito ponerlo y pintarlo en la tela. 

Unir pensamientos y emociones que muchas veces no puedo explicar con palabras si puedo hacerlo a través de una pintura, ella me facilita expresarme. 

Esto no sale solo, he hecho muchos años terapia. El autoconocimiento es parte de mi trabajo, es una retroalimentación desde muchos ángulos, no solo con el arte sino con la maternidad también, para ser una buena madre tenés que ver cosas tuyas para llegar ahí, todo se trata de una búsqueda.

- En tu obra hay muchas hadas ¿Qué significado tienen para vos? 

- Tiene mi sentido de búsqueda espiritual. Creo que hay una relación entre la tierra y el cielo, estamos todos unidos, como es abajo es arriba y es una forma de bajar esa compañía, así lo siento yo. Si bien trabajo en serie me gusta trabajar conectada entonces cuando siento que las hago mucho trato de no hacerlas pero de repente aparecen y me dan vuelta como un semana, es una conexión. También es una especie  de transición porque hago personajes que no tiene alas, pero al estar todos conectados, luego aparecen con alas; también utilizo los brazo para reflejar esa unión. 

- Otra cosa que me gusta mucho de tu arte es que a simple vista parecen formas simples sin embargo cuando ajustamos la mira uno ve mucho detalle, mucha dedicación 

- Lo que busco es la forma pura, el detalle refleja el tiempo en la obra, la dedicación y la presencia que tengo con ella. A mi me gusta conectarme con lo que hago pero no me gusta la forma rebuscada porque soy adicta a la simpleza de la vida; sin embargo hay una previa de despojar, la última imagen que muestro es simple pero está precedida de un trabajo de limpieza. Me gusta el detalle y a veces busco excusas que me hagan pasar mas tiempo conectada con la obra. 

- Hay dos facetas en la construcción del rol, una crear tu manera de comunicarte con el lienzo y la otra cuando uno se expone, que determina cómo te relacionas con la mirada del otro. ¿Cómo te llevás con la crítica?

- Actualmente no estoy muy ligada a la crítica, a lo mejor no llega aún esa etapa de mi vida, las cosas llegan en el momento oportuno mientras tanto uno arma el camino de la mejor forma, o quizás nunca me toque ese vínculo más institucional. 

Uno va identificando formas de relacionarse con lo externo y vas optando muestras, exposiciones, medios de comunicación, evaluás qué puede ser positivo y qué puede ser negativo. Todos los años voy a una feria de Buenos Aires en que he invertido capital propio pero es bueno no solo para vender sino también involucrarte en otros ambientes. Al manejar yo misma mi propio trabajo tengo que ser muy consciente de las decisiones que voy tomando. 

Gracias a Dios la vida es una aprendizaje constante y eso te va haciendo evolucionar y sentirte cada día mejor con vos mismo. Y eso es maravillo, no te lo quita nadie, ni una pandemia, ni que te vaya bien o no el trabajo, ya que eso es circunstancial en la vida. 

- A las hadas yo las ligo mucho con lo femenino y tu obra me transmite mucho de eso. ¿Cómo te fuiste encontrando desde ese lugar como mujer? 

- También fue un proceso de aceptación de ser mujer, de hacer consciente un estado íntimo de mi ser femenino a través de mi trabajo. Me permito ser una niña porque entiendo que soy adulta, o sea dejé de rivalizarlo como algo opuesto a crecer. Cuido mucho a esa niña que me dá la frescura que para mi se liga a lo femenino, también el equilibrio y la armonía. Las mujeres somos bellas por naturaleza. 

- Queda claro este mensaje en tu obra de volver a rescatar lo puro y lo simple después de un proceso profundo de limpieza y purificación, tan ligado al sentido que has dado al recorrido de tu propio camino.  En relación al éxito, ¿cuáles son los hitos que te lo marcan en tu carrera? 

- Creer en mi. Fue un trabajo que me costó mucho; que esto que hago en mi presente es la mejor entrega que puedo hacer. Creo que ya me manejo desde un lugar de autoconfianza. Aprender a despojarme de los pensamientos negativos que aparecen y de las inseguridades, con amor y creando coherencia entre lo que siento y dejo en la tela. Trato de ser muy transparente en mi trabajo, que implica desnudarse porque mostrás tu interior y es la manera que tengo que relacionarme con la vida, tengo un público que responde a eso y me siento muy gratificada por eso. 

- En tu faceta docente ¿cómo te encontrás ahí? 

- El arte tiene algo que podés tener teorías pero trabajás mucho con el ser de la persona, entonces tenés que crear un ambiente como profesora donde el alumno pueda exponerse. Es un proceso más largo de aprendizaje pero es tuyo, nadie te lo roba, entonces trato de transmitir que hay un proceso de búsqueda, que hay un tiempo en que descubrirse y ver lo que hay adentro para sacar afuera. 

- Mendoza como lugar, ¿qué te brindó para desarrollar tu carrera? 

- Mendoza es un lugar muy amable para la creación, por su paisaje y porque te permite conectarte con vos mismo como artista. También me ofreció una educación excelente, es un lugar donde podés crecer perfectamente, nos permite crear una base solida. 

- La relación del mendocino con el arte ¿cómo la ves? 

- El público mendocino está en evolución pero su experiencia sería mas rica si se conectara con el ser del artista. Creo que hay que darle más personalidad al artista y no quedarse solo en una imagen que sea decorativa para la casa. Que el arte es decorativa si, pero detrás de eso hay un ser que también es lindo conocer. Previo a todo lo que es ves plasmado en la pintura hay una construcción entonces te enriquece conocer eso, acercarte al taller y conocer al artista, reconocer más la trayectoria o cuál ha sido su búsqueda, eso enriquece al objeto artístico y es buenísimo para el público. 

- ¿Qué te inspira? Mucho me di cuenta que tiene que ver con tu mundo interno, pero netamente desde afuera. 

La verdad que la inspiración va cambiando. Hoy me inspira la genialidad de la naturaleza, la abundancia que tiene, esa forma natural que tiene de pertenecer a un ambiente, a un lugar, los colores, el crecimiento, estoy muy ligada emocionalmente a eso. 

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