Estupor absoluto en San Juan por un niño fantasma en el shopping center
Huellas de barro de pies descalzos, objetos que de golpe aparecen en diferentes lugares y no en donde pertenecen y lo más espantoso: un niño que camina a la deriva y que luego se desvanece son algunas de las anomalías que tienen en vilo a los empleados del Patio Alvear, el coqueto mall sanjuanino.
Se trata de uno de los espacios comerciales más concurridos de San Juan. Ubicado en calle Libertador, es lugar de reuniones de amigos, compras y paso obligado para disfrutar de diferentes opciones gastronómicas. Pero en este caso, es noticia por un hecho paranormal y que tiene sobre todo a sus empleados con mucho miedo.
Es que cada jornada, al abrir las puertas, los trabajadores del mall encuentran huellas de un niño (o por lo menos eso creen, debido a la medida de las mismas). La particularidad es que se trata de marcas de un pie descalzo y embarrado; concretamente, el derecho. Esta pisada fue encontrada varias veces y en diferentes puntos del shopping citadino.
Una de las mujeres que trabaja en el cuidado de la seguridad del centro comercial relató un episodio que alertó aun más a la población sanjuanina. "Estaba haciendo la última recorrida, antes de que se cierre el Patio Alvear, y al entrar en uno de los baños veo a un pequeño. Él me pide que lo espere unos minutos, que ya salía, cosa que hice, aguardando en la puerta, a la salida. Como el tiempo pasaba y nadie salía, ingresé a buscarlo y no encontré a nadie", contó la asustada empleada.
"La chica pidió no trabajar más de noche. Acá pasan cosas, ella lo vio, no se movió de la puerta y nunca lo vio salir", dijo a la prensa uno de los empleados.
Esta es solo una de las tantas anécdotas (se cuentan por decenas) que tienen muchos de los trabajadores del mall, y todas tienen un denominador común: un niño misterioso que aparece y desaparece de golpe. De hecho hay personas que no han tenido la experiencia de encontrarse con el "fantasma", pero aseguran que ya tienen como normal que haya objetos que por la noche cambien de lugar, y al otro día tengan que ser buscados para volverlos a donde pertenecen.
"Yo no he visto nada, solo soy una clienta habitual, pero reconozco que me da mucha curiosidad. Hay negocios a los que asisto regularmente y sus empleadas si me han contado que, incluso, han encontrado cosas de un local en otro local, y que ninguna las ha movido o se las ha prestado a su vecina", explicó María Estela, una vecina del shopping.