Elizabeth Taylor y Michael Jackson no solo fueron exitosos en sus carreras, sino que tuvieron una extravagante amistad durante muchos años. Entre sus regalos se pueden encontrar diamantes, elefantes y fiestas, pero también compartían pequeñas cosas como sándwiches de huevo duro mientras veían películas de Disney.

Se llevaban más de 20 años de diferencia y su amistad fue tan sólida que se escribió un libro llamado "Elizabeth y Michael: la Reina de Hollywood y el Rey del Pop - Una Historia de amor". En sus páginas, Donald Bogle, el autor, narró sus 30 años de amistad, que comenzó en 1984 cuando Taylor enviudó del amor de su vida, Richard Burton, y Jackson, que era fan desde siempre, le envió entradas para uno de sus conciertos.

Bogle cuenta que la estrella del cine acudió al recital y se retiró antes de que terminara porque no veía bien el espectáculo, lo que entristeció al cantante. Él la llamó y estuvieron hablando más de tres horas. "Él la cortejaba como un joven amante. Algo mágico pasó durante esas conversaciones, estaban enganchados el uno con el otro", afirmó.

Según el autor, Jackson sacaba el lado "maternal" de Taylor y la trataba como una "madre-diva", al punto que su madre, Katherine Jackson, sentía celos de la actriz. En 1990, luego del tour de Dangerous, el artista fue hospitalizado por dolores en el pecho y "cansancio extremo". Su madre solo podía visitarlo con previo aviso, mientras que Taylor podía ir siempre que quería. 

Regalos extravagantes

Ambos sabían darse regalos como nadie. Elizabeth Taylor llegó un día a Neverland con un elefante llamado Gipsy, mientras que él le compraba joyas mas caras como collares de diamantes y relojes de rubíes. Uno de los datos que pocos conocen es que Michael Jackson pidió pintar su habitación de color violeta, como los ojos de la actriz.

En 1993 pasaron su primera Navidad juntos y Taylor llenó el arbolito de juguetes y muñecos para su amigo para compensar todas las navidades que no tuvo, ya que sus padres lo criaron como Testigo de Jehová. En esos tiempos, el cantante ya era acusado de abuso sexual a menores y ella salía defenderlo: "Michael es absolutamente inocente y será reivindicado".

El dolor por la muerte de Michael Jackson

El libro de Bogle cuenta que Taylor se declaró "rota" cuando se enteró de la muerte de Jackson: "Mi corazón y mi mente están destrozados. Amaba a Michael con toda mi alma y no puedo imaginarme la vida sin él. Teníamos tanto en común y nos lo pasábamos tan bien juntos".

En ese entonces, la actriz se encontraba mal de salud y pasaba mucho tiempo en los hospitales. Finalmente, falleció en 2011, dos años después que su amigo y antes logró cambiar sus planes de descanso. En vez de yacer junto a los restos de Burton en Suiza pidió que la entierren en el cementerio Forest Lawn, California, en el mismo lugar que Michael Jackson.

Una amistad inexplicable que superó las barreras del tiempo y la lógica, así fue la relación entre Michael Jackson y Elizabeth Taylor.