Salieron mal: algunas de las cirugías plásticas que perjudicaron a la reina Letizia

¿Qué fue lo que hizo Letizia para lucir tan diferente con el transcurso de los años? Justamente se ha sometido a intervenciones estéticas, pero no todas tuvieron resultados positivos.

La esposa de Felipe de Borbón comenzó operando su nariz. Ella tenía una nariz de forma aguileña y ahora posee una súper estética y equilibrada para su rostro. 

Pero, entre las intervenciones más simples que se pueden realizar, la misma recurrió al bótox. Lo que muchos consideran que no fue beneficioso para ella. Porque ha perdido la naturalidad en el rostro. Por ende, esto se consideró como un error. 

Por si no lo sabías, el bótox es un tratamiento que busca contraer los músculos en las zonas en las que se inyecta, justamente para  suavizar las arrugas y las líneas de expresión. Es más bien un método preventivo. Pero, su aplicación puede llevar a que el rostro del paciente tenga cambios considerables. Tanto así que se aprecie claramente una falta de movilidad y naturalidad en la cara.

A su vez, Letizia combinó este tratamiento de toxina botulínica con ácido hialurónico para tratar de dejar a un lado las arrugas y lucir un aspecto más rejuvenecido. Es decir, rellenó sus líneas de expresión. 

Otro retoque que se hizo Letizia es resaltar sus pómulos, en los que habría invertido un total de unos 14.400 euros. Por lo menos así lo reveló la prensa española. De hecho, los periodistas especializados en la Casa Real, como Jaime Peñafiel o Pilar Eyre se han referido en más de una ocasión a los pasos de la Reina Letizia por el quirófano: bótox, ácido hialurónico y vitaminas. 

Todo esto le costó a Letizia más de 40.000 euros. Sumando su rinoplastia, mentoplastia, bichectomia, mastopexia, entre otras cosas.