Pacto bilateral

Punto por punto, qué dice el acuerdo de la base espacial china y cómo se solucionan controversias

El texto establece en uno de sus artículos el mecanismo para la "solución de controversias" que pudieran surgir por la instalación de la estación en Neuquén. Plazos, objetivos y la "no interferencia".

Gabriel Ziblat
Gabriel Ziblat viernes, 5 de abril de 2024 · 13:18 hs
Punto por punto, qué dice el acuerdo de la base espacial china y cómo se solucionan controversias
El acuerdo bilateral fue firmado en 2014 y tendrá vigencia por 50 años Foto: CONAE

La base espacial China volvió a quedar en el centro de la escena luego de que desde los Estados Unidos plantearán una vez más su preocupación por las actividades que allí se realizan, al punto tal que el gobierno de Javier Milei reconoció que van a plantear la realización de una auditoría para saber qué es lo que efectivamente se está haciendo en el enclave chino en Neuquén. El acuerdo bilateral, firmado en 2014, incluye entre sus cláusulas una que establece una curiosa y diplomática manera en la que se deben resolver las controversias. 

Sin embargo, el texto no es muy preciso sobre los pasos a seguir. El acuerdo, que fue aprobado por el Congreso, tiene apenas 8 artículos, distribuidos en 6 páginas. En los considerandos se explica que el objetivo es que la base sirva de soporte para el programa de "Exploración de la Luna", para el cual China asegura necesitar, además de las bases con las que cuenta en su país, una estación también en América del Sur. 

Ese programa también tiene previsto explorar otros "cuerpos celestes del Sistema Solar, en particular el Planeta Marte". Para esas "misiones interplanetarias y de estudios astronómicos" es que el gobierno de China aseguraba que necesitaba la instalación de una "antena para la investigación el espacio lejano".

Esas definiciones son las que cuestiona Estados Unidos y provocan su llamado de atención. Lo planteó hace unos días el embajador, Marc Stanley, pero también lo vino a presentar en personal la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, quien compartió un acto este jueves en Ushuaia junto a Javier Milei.

Desde el gobierno chino salieron a retrucar, hablando de "mentiras" y "especulaciones". “No hay militares allí, es solo una estación científica, las tierras son 100% argentinas y los guardias son argentinos también”, aseguró el embajador en Argentina, Wang Wei a la revista Dangdai. Según el diplomático, “han visitado la estación funcionarios argentinos, también estadounidenses, estudiantes, científicos y público en general, pidiendo autorización a Conae o al gobierno neuquino. Obviamente hay estrictas normas de seguridad y cuidado como en todo lugar de ciencias, pero en absoluto hay impedimento”.

Punto por punto, qué dice el acuerdo

El acuerdo firmado por Argentina y China para establecer la base espacial en Neuquén tiene cuatro conceptos principales: el objetivo de la estación, el rol argentino de no poder interferir, una manera curiosa de resolver controversias y un plazo de 50 años para mantener operativo el proyecto.

El primer artículo es el que fija el objeto del acuerdo, donde establece que los dos estados van a "cooperar" para la "construcción, el establecimiento y operación de instalaciones de seguimiento terrestre, comando y adquisición de datos, incluida una Antena para investigación del Espacio Lejano" en Neuquén. Y determina que será construido y operado por China, "con el fin de brindar soporte terreno las misiones de exploración del Espacio Lejano".

En el segundo artículo se estableció que todo lo que se requiera para el establecimiento de la base espacial iba a estar exenta del pago de cualquier tipo de impuesto o derecho aduanero, incluyendo también el IVA u otros impuestos internos.

"Vigencia y aplicación de la normativa general" es el título del tercer artículo, que tiene tres incisos. Allí, China reconoce que las actividades a realizar deberán cumplir con todas las leyes argentinas y neuquinas, y los acuerdos de cooperación firmados. Pero también se fija que "Argentina no interferirá ni interrumpirá las actividades normales que se lleven a cabo" en la estación. Y en un punto que será clave para las inspecciones que quiere realizar ahora el gobierno de Milei dice: "En caso de que Argentina deba tomar decisiones que puedan interferir con las actividades de China, se compromete a informar a ésta con anticipación, así como explorar soluciones alternativas, cuando sea necesario, a fin de asegurar que tales actividades no se vean sustancialmente afectadas".

Estados Unidos viene manifestando su preocupación por las actividades que allí se pueden estar realizando. Foto: Conae.

Los artículos 4 y 5 tienen que ver con cuestiones migratorias y de régimen laboral. En el primero, Argentina se compromete a tramitar las visas correspondientes para los ciudadanos chinos que se instalaron. Mientras que también se aclara que las reglas laborales que regirán serán las del país anfitrión, excepto lo que tiene que ver con las remuneraciones. 

El sexto artículo es clave porque habla de la "indemnidad". Allí, "el Gobierno de Argentina no se responsabiliza, nacional o internacionalmente" de las actividades que China realice en el marco del proyecto en Neuquén. 

Y el siguiente artículo, el séptimo, es el que se titula "solución de controversias". "Toda controversia relativa a la interpretación y aplicación del presente acuerdo o que surja durante la ejecución del mismo se dirimirá amigablemente a través de los correspondientes canales diplomáticos". En una relación entre el gobierno de Milei y el chino que nació tensa, la cuestión "amigable" será todo un desafío.

Por último, el artículo ocho establece la vigencia por 50 años desde su firma y aprobación interna, por lo que la base seguirá vigente hasta 2064. También fija que el acuerdo se podrá extender con acuerdo de las partes y que también se podrá darlo por terminada por alguno de los dos estados "con justa causa, debidamente acreditada".

El documento completo del acuerdo entre Argentina y China

 

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