Crisis en el kirchnerismo bonaerense y los intendentes piden las reelecciones
Kicillof quiere desdoblar, emanciparse de CFK y le prometió las reelecciones a los intendentes. Massa y Kirchner tienen los votos para aprobar presupuesto y endeudamiento, pero quieren manejar todo.
Los túneles de la política, donde las voces externas no inciden y no se escuchan, trabajan día y noche para preparar un mega acuerdo político que involucre a todos los actores participantes, inclusive los PRO libertarios y los libertarios puros, para aprobar una nueva reforma electoral en la que se permitan nuevas reelecciones para intendentes y legisladores provinciales, la reforma electoral, con cambio de distribución política y desdoblamiento del cronograma con respecto de Nación.
Si bien el oficialismo tiene la mayoría parlamentaria para aprobar casi todas las normas sin necesidad de ninguna ayuda, en la Legislatura bonaerense, como en las restantes de todo el país, la idea de Cuerpo prima sobre todas las demás. Un cuerpo tiene una cabeza, un tronco y sus extremidades. En este caso, se podrían reemplazar los brazos y las piernas por la representación opositora. Y si la cabeza manda, las demás partes obedecen aunque puedan tropezarse o doblarse la muñeca.
El PRO ha emitido un documento en el que se anticipan a buena parte de estas discusiones y ya adelantaron su oposición a la modificación de la ley que impedía más de una reelección para los cargos provinciales. No tiene firmas aún que lo avalen. Los intendentes y legisladores quieren la eternidad, salvo para el gobernador, que nunca estuvo en tela de juicio. Para los jefes del Estado bonaerense solo puede haber dos mandatos consecutivos. Para el resto, hasta que pierdan o se retiren.
Como nunca antes pasó, la legislatura y “la política”, reconfigurada ahora como “casta” por quien los lleva a todos a la rastra, Javier Milei, Axel Kicillof no tiene ningún manejo en las discusiones salvo en el tema presupuestario. Sin legisladores ni línea interna que esté en condiciones de imponer nuevas reglas, queda sujeto a los aportes interesados que le hagan sus aliados Sergio Massa y Máximo Kirchner, más acostumbrados a lidiar y acordar con peronistas, radicales y libertarios.
Los radicales, para peor, no están en su mejor momento histórico. Tras la traumática elección provincial, donde fue electo el exintendente de Trenque Lauquen Miguel Fernández, los alcaldes quieren abandonar que sus intereses los defienda y represente el Comité Provincia, como lo fue habitualmente, y quieren que el Foro que los nuclea tenga todo el poder.
Gabriel Katopodis, Andrés “El Cuervo” Larroque y Jorge Ferraresi son los pilares en los que se basa el proyecto de emancipación del gobernador. La emancipación es, como siempre, irse del núcleo que lo vio nacer. Como cuando los hijos crecen, en este caso, o las aves se van del nido. Y eso es lo que también le pone un freno al proyecto porque Kicillof sabe que por más voluntad que demuestre, en el día a día, los legisladores y medio gabinete responden a Massa y Kirchner.
Uno de ellos fue, días atrás, a tratar de convencer a uno de los tantos intendentes que aún no tiene una decisión tomada aunque siempre estuvo más cerca del peronismo kirchnerista que de ningún otro lado. “¿Vos querés que yo deje mi independencia para jugarme por Axel?... Bueno, decime cuál es el cambio metodológico y conceptual que ofrece Kici. Porque si es simplemente cambiar el uso de la lapicera en manos de Cristina para las de Axel, me parece que es no haber entendido nada”.
Así las cosas, todo es una moneda al aire en la Legislatura bonaerense, que quiere cerrar el año con una de esas sesiones “históricas” donde se discuten grandes transformaciones, todas vinculadas con la política, nombramientos en el Banco Provincia, empresas en manos del estado bonaerense y organismos de control y una nueva camada de jueces, camaristas y hasta miembros de Corte Suprema.
“Es todo un despelote. Si el oficialismo no se alinea, es imposible. Imaginate que unos piden la eliminación de las PASO (Máximo y Sergio) y los otros desdoblamientos. Unos quieren modificar las secciones electorales, reducirlas de ocho a cuatro y los otros te proponen armar unas dos o tres más. Encima, con la idea de que si no hay PASO, hay dos o tres listas del peronismo. ¿Cómo vamos a arreglar nosotros?”, empezó, con su sabiduría del poroteo político legislativo, un experimentado senador.
“Tenemos que esperar que ellos se pongan de acuerdo. A nosotros nos conviene todo y también nada. Así que, hasta que no se alineen ellos, nosotros no podemos meternos”, agregó.
Kicillof sabe que no tiene mucha fuerza para discutir presupuesto y endeudamiento si no tiene los votos de su propia bancada, que a su vez le exigen la suspensión de las PASO, no quieren el desdoblamiento electoral y menos están de acuerdo con la separación del gobernador de la jefa del espacio.