Milei: promesas que se postergan y un armado político que pone todo en riesgo
La dolarización se diluye. Crecen las dudas por la base de sustento político del libertario. El partido Unión Celeste y Blanco de Santiago del Estero tuvo que bajar una lista en medio de la feroz interna del grupo.
Se complica cada día más la lógica de la estrategia política de Javier Milei y mucho más el esqueleto de su endeble armado nacional. Nada de esto sería peligroso si no fuera porque se trata del candidato que salió primero en la PASO, pero que no demuestra por ahora chance alguna de formar un hipotético gobierno sobre bases sólidas, al menos para no generar una nueva crisis de gobernabilidad en el corto plazo y mientras se verifica si su plan es ejecutable o no.
Esta última incógnita es la que hoy atemoriza tanto a votantes como al mercado y las dudas están sembradas desde hace tiempo. Milei arrancó su carrera de seducción al electorado basado en una realidad concreta: el hartazgo de muchos argentinos frente a un sistema político que no ofrece soluciones desde hace mucho tiempo. Juntos por el Cambio no acertó con la medida de esa crisis y creyó que tenía lugar y tiempo de sobra para pelear una interna incomprensible. El oficialismo corre por otro camino, que es el del impacto de la crisis económica, aunque los resultados aún están en suspenso.
De la estructura del armado político y las promesas de medidas del Milei de hace un año hoy queda poco. El economista empezó con tres principios que sedujeron al electorado golpeado por la crisis, sin distinción de situación económica: la dolarización como camino de recuperación del valor de la moneda, el rechazo a la casta con una reforma del Estado y la baja del gasto público.
Algunas de esas promesas serán de difícil aplicación en lo inmediato: hasta en el núcleo íntimo de Milei se reconoce que la dolarización no sería técnicamente aplicable hasta dentro de dos años o eventualmente en un segundo mandato. Berti Benegas Linch ya lo reconoció. La Libertad Avanza incluso convocó al economista Emilio Ocampo y abrazó su proyecto dolarizador, pero una semana después lo pasó a un segundo plano.
También estalló el armado político de LLA (y no solo cuando se cerraron las listas con denuncias de ventas de cargos), lo que aumenta el riesgo político ante un eventual gobierno libertario. La confusión es total. Funcionarios del peronismo de la provincia de Buenos Aires, como el director de Equipamiento Educativo Fabián Luayza o Sabrina Sabat, del ministerio de Transporte bonaerense, aparecen como candidatos en las listas de Milei.
Eso no es tan grave como el caso de Santiago del Estero. El partido Unión Celeste y Blanco, el partido que le dio la personería a Milei en esa provincia, tuvo que salir a explicar que bajó su lista de diputados nacionales para “no convertirse en vehículo de las especulaciones personales de los candidatos”. De esta manera, no participará en la elección nacional con sus aspirantes a diputados nacionales.
“No vamos a presentar candidatos locales, pero sí nos comprometemos con todas las fuerzas a llevar a viva voz las ideas de libertad, a fiscalizar en toda la provincia y a llevar el voto de Milei presidente para el triunfo”, explicaron desde el partido en un comunicado de prensa. Así, Javier Milei irá con boleta corta en esa provincia.
La pelea interna entre los libertarios incluyó cartas documento y amenazas cruzadas. Los dos principales protagonistas son Ítalo Cioccolani, quien iba de segundo en la lista de diputados, y Guillermo Suárez Melean, empresario y referente del espacio en Santiago del Estero. La discusión incluyó el reconocimiento de Cioccolani de que su llegada al espacio fue de la mano de Ricardo Bussi, referente de Milei en Tucumán.
A Cioccolani, en tanto, lo acusaron desde el espacio por la falta de rendición de cuentas de fondos de campaña, algo que él desmiente. Y lo vincularon con el gobernador Gerardo Zamora. "Es una mentira total, no hay ninguna prueba de que nos hayamos aliado con el doctor Zamora ni por el lado de Bety Luján (primera candidata) ni por el mío", recalcó el dirigente ante medios locales.
“Nos comprometemos a pregonar sus ideas y su propuesta, y a fiscalizar las elecciones en el distrito en su favor a fin de lograr el triunfo en las elecciones nacionales para la elección de presidente y vicepresidente”, dice el comunicado del partido.
Así, finalmente Ítalo Cioccolani, Bety Luján y Nélida Paz no participarán de estos comicios, pero el partido que los llevaba en la boleta, Unión Celeste y Blanco, ratificó su apoyo a Javier Milei en las elecciones presidenciales.