Caso de Ricardo Jaime: cómo fueron los días intramuros del último kirchnerista preso

El miércoles pasado el Tribunal Oral Federal 7 ordenó el cese de la prisión preventiva de Ricardo Jaime, exsecretario de Transporte durante el kirchnerismo. La decisión se efectivizó ayer por la madrugada, y una de las condiciones que se le impusieron fue la de utilizar un monitoreo electrónico con GPS. 

En el marco de la Causa de los Cuadernos, Jaime fue el primer funcionario en quedar detenido y el último en irse. No así, por la tragedia de Once, por la cual también recibió una condena.

Su detención tuvo lugar el 2 de abril de 2016 durante el gobierno de Mauricio Macri por la compra de Trenes chatarra a España y Portugal. Fue el juez Julian Ercolini el que firmó la orden. Cuando escuchó por los medios sobre el arresto, él mismo armó una mochila y se presentó en la sede de la Policía Federal de Córdoba. Allí, sostuvo “Soy Ricardo Jaime. Vengo a entregarme”. 

Sin embargo, fue recién el 5 de abril de 2016, cuando con un fuerte operativo de seguridad llegó al penal de Ezeiza, donde pasaría casi 7 años. En un primer momento, estuvo alojado en el módulo 5, pabellón A, celda 23, donde había 30 internos.

Cabe destacar que, no era la primera vez que estaba detenido, ya que en 1975 había sido torturado durante 24 horas en la D2 de su provincia, acusado de ser guerrillero, y tras 2 días de encierro lo liberaron al tratarse de un error. Esta vez no era así, estaba acusado de corrupción. 

El rally de Ricardo Jaime por las cárceles

Ahora, el agravamiento de su salud fue lo que le permitió algo que sistemáticamente le fue rechazado: la excarcelación. Pero cómo fueron todos estos años tras las rejas para un hombre acostumbrado a los lujos y la sobreexposición.

Pastillas para dormir, prácticas de karate, libros y una radio que era su compañera. Así pasó su primer tiempo en prisión, hasta que en junio de 2016 lo trasladaron al pabellón 6 con la mitad de internos que en el anterior. Hizo varios cursos y su cuenta pendiente fue estudiar derecho. 

En el nuevo pabellón se dedicó a la caminata y a las artes marciales, estas que varias veces le valían burlas de algunos reclusos. Alli compartió espacio con Lázaro Báez, Gerardo Ferreyra, José López, José María Nuñez Carmona y Juan Pablo Schiavi, Amado Boudou, entre otros. Su novia Claudia lo visitaba cada 15 días y es la persona con la que actualmente convivirá en Córdoba. 

Desde que llegó al penal, Jaime llegó a perder más de 20 kilos. Prácticamente, no comía, hacía más de 500 abdominales por día y su salud comenzó a agravarse con el paso del tiempo. Tiene una cardiopatía hipertensa con leve compromiso hemodinámico y estado de ánimo deprimido. Eso le valió que le permitieran el ingreso de una bicicleta fija. Durante ese tiempo tuvo hasta un episodio de descompensación dentro de la celda, que falsamente se consideró como un intento de suicidio. Algo descartado de plano por el propio exfuncionario.

En 2020, lo trasladaron a la unidad 31, un módulo de la cárcel de mujeres donde todo es más flexible. Las celdas permanecen abiertas todo el día y a la medianoche se cierran los pasillos. Pese a ello, Jaime realizó varias huelgas de hambre. Si bien había dejado las pastillas para dormir, solo conciliaba el sueño un máximo de 3 horas. Además, en el último tiempo le habían detectado un carcinoma cutáneo, que requiere tratamiento inmediato, y que por su localización de alto riesgo necesita de una cirugía de Mohs.

A partir de ello, el exsecretario de Transporte negó cualquier atención si seguía detenido. Lo que afectaba cualquier intención de tratamiento para paliar la enfermedad. 

El estado de salud de Ricardo Jaime

El servicio penitenciario en su informe elaborado a pedido del Tribunal Oral Federal 7 también expuso que el detenido refirió “...cefalea, dolor punzante y secreción serohemática debiendo colocarse gasas o compresas con cinta adhesiva hipoalergénica a nivel de la lesión ulcerada en la región temporal (preauricular)” y se indicaron analgésicos a demanda.

También se refirió el informe que es ex tabaquista, padece de hipotiroidismo subclínico, hiperglucemias, un nódulo benigno en el pulmón, un carcinoma basocelular lobulado y una depresión reactiva, detallando las características de dichos padecimientos y los tratamientos correspondientes.

Ricardo Jaime tiene varias condenas en hechos de corrupción, entre ellas la de tragedia de Once, enriquecimiento ilícito, defraudación, entre otros. Además, tiene en su historial procesos que aún permanecen abiertos, como este por el que fue liberado, que es el de la Causa Cuadernos, donde aún ni siquiera se fijó fecha de inicio de juicio oral y en el que compartirá banquillo de los acusados con Cristina Fernández de Kirchner. 

Jaime pasó 2539 días como prisionero y hoy en libertad aún está sujeto a la justicia a través de un dispositivo.