Coimas en la justicia

Un sector le baja el pulgar a Bento, mientras esperan al Consejo de la Magistratura

A pesar de las acusaciones, el juez federal Walter Bento sigue en funciones. En el Consejo de la Magistratura deben avanzar, pero hay un sector que ya le bajó el pulgar. Cómo es el tránsito que debe seguir el tema.

Pablo Icardi
Pablo Icardi martes, 11 de mayo de 2021 · 09:20 hs
Un sector le baja el pulgar a Bento, mientras esperan al Consejo de la Magistratura
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

"Estoy yo, y luego está Dios". La frase, con alguna probable exageración en el medio, se la atribuyen al propio juez federal Walter Bento y la usan para graficar la situación de poder que solía ostentar en ámbitos jurídicos y políticos. Hoy no está en condiciones de levantar el perfil, pero sí mantiene las facultades que como titular del Juzgado Federal 1 de Mendoza. Incluso a pesar de estar imputado de haber cometido graves delitos como asociación ilícita y cohecho usando, justamente, el poder de la firma como juez federal. La causa penal tiene un volumen enorme y se agregaron catalizadores que aceleraron el proceso, como el testimonio de un acusado que reconoció haber pagado coimas, inculpándose. Pero el futuro del Juez no depende de esa causa, sino del proceso político. 

Allí es donde Bento se manejó siempre con habilidad para estar cerca del poder, desde que participó del  concurso  78 en el 2004 para acceder al cargo de la mano del operador Juan Carlos Mazón, hasta los últimos días: hasta hace un mes pidió reuniones con referentes del PJ para hablar de su situación.

Ahora su destino inmediato depende de la política a través, en primera instancia, del Consejo de la Magistratura. La causa ya está en ese organismo, que debe designar un instructor sumariante y seguir el proceso hasta que el pleno del cuerpo decida. Los tiempos dependen de la voluntad política, que por ahora es tibia desde el oficialismo nacional. Igual creen que Bento perderá los amigos que creía tener.  El kirchnerismo tiene mayoría en ese cuerpo, encabezado por el abogado Diego Molea, quien responde con línea directa al cristinismo. Hasta ahora no se han mostrado pro activos con el tema Bento. "Que la justicia investigue", es la respuesta automática. En realidad la justicia ya investigó e imputó. Bento ya zafó de otras acusaciones en el Consejo. Los integrantes del Consejo son  Molea, Alberto Lugones, Ricardo Recondo, Graciela Camaño, Juan Manuel Culotta, Silvia Giacoppo, Diego Sebastián Marías, Carlos Matterson, María Inés Pilatti Vergara, Mariano Recalde, Pablo Tonelli, Vanesa Siley y Gerónimo Ustarroz.

Pulgar abajo

En el Consejo hay representación de los jueces, de los abogados y de los dos principales frentes políticos. Desde Juntos por el Cambio aseguraron a MDZ que irán por la destitución, al menos ese será el camino de los consejeros que dependen de la voluntad partidaria de ese frente. "Estos temas se hablan en el frente Categóricamente se va a ir por la destitución", aseguraron de manera extraoficial. Había una idea previa al escándalo que mencionaba a la presencia de Bento como "el mal menor", por temor a que el posible reemplazante sea un juez "camporista". Ahora, aseguran, ese argumento pierde peso: si Bento deja de ser juez el concurso para el reemplazo no sería de resolución inmediata.

En el oficialismo mendocino que hay una tensión histórica con Bento por los malos recuerdos de cuando eran oposición y debatían temas electorales. Allí hay un hito que influyó, aseguran, en un resultado electoral. En 2011 el radicalismo de Mendoza promovía el corte de boleta. Creían, como ocurrió, que el "huracán Cristina" iba a ser imbatible y que el efecto arrastre haría ganar a Francisco Pérez, el candidato del PJ para suceder a Celso Jaque. Los radicales pidieron ante la junta electoral presidida por Bento que se llevaran boletas separadas para elegir por categorías. Bento lo rechazó de plano, tomando el criterio histórico y el pedido del PJ. Los radicales creen que eso fue decisivo: Roberto Iglesias perdió y Francisco Pérez se convirtió en gobernador. Bento y Pérez tenían algo en común, aunque no se conocieran: ambos habían sido apadrinados por Juan Carlos Mazón. 

Si al juez lo suspenden o se pide licencia, el juzgado sería subrogado y hasta pueden mediar algunas de las reformas que están en curso. La más inmediata es la implementación del nuevo Código Procesal, que trasladaría gran parte de la competencia en esas causas a los fiscales. Pero además la reforma intentada desde Juntos por el Cambio y la impulsada por Alberto Fernández ya limitaban el alcance de ese juzgado. En el primer caso creaba juzgados electorales, sacándole la competencia en ese tema. En el segundo, se busca la creación de juzgados penales, para que no todo esté concentrado en la misma persona. "El juzgado electoral es importante porque puede influir, pero todo se termina con el voto de la gente que es incuestionable. El tema es que es la competencia penal en una provincia estratégica como Mendoza, que es limítrofe y un punto clave por el contrabando y otros delitos", explican quienes analizan a fondo el tema. 

En el kirchnerismo explican que su estrategia de "purga" de la justicia tiene que ver con eso: liberar de sospechas a los tribunales. Y que por eso apuntan a la reforma impulsada por Alberto y a la implementación del Código Procesal Penal en todo el país para cambiar el enfoque. En Buenos Aires aseguran que difícilmente alguien pueda defender explícitamente al juez mendocino, pero que la velocidad del proceso político dependerá del "grado de prioridad" que le den en el Instituto Patria al tema.

Tiempistas

Bento comenzó a sentir que su poder se deshojaba, sobre todo con los cambios en la Cámara Federal de Mendoza, pues no tiene simpatía con sus integrantes. Además, todos los proyectos de reforma judicial apuntan a limar la concentración de facultades del cargo que ocupa. Los procesos de flagrancia también dejaron más lejos de su alcance algunos temas sobre los que estaba acostumbrado a manejar y que, de hecho, son parte de las sospechas de corrupción.

Si la política tiene que ver, en el caso de Bento hay cruces curiosos. La causa es instruida por el fiscal Dante Vega, cercano a las agrupaciones judiciales kirchneristas. Pero para esta causa recibió un importante respaldo de la Cámara Federal (nombrada durante la gestión de Mauricio Macri) y fue clave el accionar del procurador Eduardo Casal, quien nombró dos fiscales adjuntos para que Vega avance. Casal está en la mira de Cristina Fernández y todos sus operadores judiciales. Tanto que le llaman "ocupa". 

Si hacía falta un ejemplo para entender las razones por las cuales la política le presta atención al Poder Judicial, la situación del Juzgado Federal 1 de Mendoza es el ejemplo ideal. En todos los casos la posición del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio son fundamentales por el rol que tienen en el Consejo de la Magistratura, el Congreso y también internamente en el Poder Judicial.  La “sorpresa” de algunos dirigentes sobre la situación procesal de Bento no es tal, pues ya estaban enterados que el “Gran Jefe” o el “primo” que mencionaban en la causa, era en realidad el juez federal.

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