Estrategia

Rodolfo Suarez y su bajada de línea para postergar la disputa por la sucesión

En el Gobierno sostienen que las disputas por la candidatura para 2023 deben postergarse para finales del año que viene, a pesar de que la carrera entre algunos intendentes del oficialismo ya comenzó. El martes habrá una reunión de gabinete ampliado para trazar los ejes de los dos años que vienen.

Marcelo Arce
Marcelo Arce lunes, 22 de noviembre de 2021 · 06:57 hs
Rodolfo Suarez y su bajada de línea para postergar la disputa por la sucesión

Un compromiso para que la obra pública sea uno de los pilares de gestión y el anuncio, el décimo en lo que va del año, de que finalmente el dique Portezuelo del Viento será adjudicado a los chinos aunque todavía los plazos para que llegue ese momento sean difusos. “En poco meses”, les prometió el viernes Rodolfo Suarez a los empresarios reunidos en la cena de la Cámara de la Construcción, cuando volvió a soltar el compromiso de que la megaobra del Sur se hará.

Por lo demás, todas las fichas continúan metidas en lo que a esta altura es casi un mantra del gobernador. Cuando la consulta es acerca de cuáles son las salidas económicas de la provincia en medio de la crisis, la respuesta inmediata va a hacia tres lugares: el desarrollo de la industria del conocimiento, el fomento de la plantación de cannabis y, lo que en buena medida ya es una realidad, el impulso del turismo.

Desde los político ya es un hecho. Se sabe desde hace más de un año, que el intento de reforma de la Constitución está en vía muerta y que el otro proyecto ambicioso del Gobierno, la reforma educativa, entrará en una nueva etapa de debate cuando se conozca al ganador de las elecciones en el sindicato docente que se realizarán a mediados de diciembre. Pero nada hace prever que durante 2022 estas iniciativa vayan a ver la luz.

Suarez habló por teléfono con Anabel Fernández Sagasti el domingo de la elección una vez conocido el resultado de Mendoza. La charla fue breve y en buenos términos, más allá de todo lo que se habían dicho uno y otra en la campaña. Sin embargo ese marco de cordialidad no garantiza que en la provincia vaya a instalarse una mesa de diálogo para tratar proyectos importantes.

Lo que sí, el Gobierno tendrá el martes una reunión de gabinete ampliado en Casa de Gobierno en donde todos estos asuntos descriptos estarán sobre la mesa, para marcar el rumbo de los dos años de gestión que le quedan a la actual administración. Pero existe algo que complica que el plan se concrete. Suarez sabe que, otra vez, pende sobre el país y sobre la provincia la espada de Damocles de un nuevo impacto de la pandemia para el invierno que viene. Y aquí se generan algunas dudas. Ya son varios los especialistas que coinciden en que la Argentina tiene que encarar en el corto plazo la aplicación de la tercera dosis de vacunas, para una población que llegará con una protección disminuida, con el esquema actual de dos, en caso de tener que enfrentar otra ola de contagios. Aquí el Ministerio de Salud baraja encarar este desafío, pero por ahora seguirá sujeto a lo que se decida a nivel nacional al respecto.

Pero, en clave política, lo más importante para el gobernador ocurrirá en unas semanas más. Ya está programada un encuentro entre Suarez, Alfredo Cornejo y los intendentes del oficialismo en donde el mensaje que se intentará transmitir será uno: postergar el debate por la sucesión a la gobernación hasta finales de 2022. “La idea es decirles a todos que ni se les ocurra hablar de candidaturas durante el año que viene y resolver lo que sea mejor recién en un año”, confiaron desde Casa de Gobierno MDZ sobre el asunto.

La tarea no será sencilla. Tras el resultado del 14 de noviembre, en donde el peso de los intendentes departamentales de Cambia Mendoza fue fuerte, la carrera se disparó y Suarez ya comenzó percibir, como todos los gobernadores de la provincia imposibilitados de una reelección, la forma en que poco a poco comienza a licuarse su poder tras doblar el codo que significan las elecciones de medio término. En la lista para 2023 ya existen anotados desde hace tiempo. Tadeo García Zalazar y Ulpiano Suarez son quienes hoy apuntan a competir por quedarse con la candidatura del oficialismo dentro de dos años.

Pero en este escenario, si bien todavía no avisa, hay otro jugador. Ya está claro algo: Cornejo, a decir verdad, está enfocado en la cuestión nacional más que en los asuntos de la provincia. Volver a presentarse para la gobernación es una posibilidad cierta, pero antes se va a probar en la carrera por la presidencia. Si llegará lejos en esa intentona, solo el tiempo y la manera en cómo se termine acomodando la durísima interna de Juntos por el Cambio lo dirá.

En el arranque de la movida, el panorama es complejo para el senador electo y una muestra de lo difícil que se le hará el camino la tendremos en el momento del recambio legislativo en el Congreso del próximo diciembre. El exgobernador (y próximo exdiputado) busca tener un protagonismo importante en el Senado para confrontar con Cristina Fernández de Kirchner capturando, o bien la presidencia del bloque del radicalismo o bien la del interbloque de Juntos por el Cambio. Cornejo ha sido un engranaje vital para sostener la unidad de la coalición opositora y la de la UCR en estos últimos dos años, pero la rosca en Buenos Aires no le reconoce esos pergaminos.

Está tratando postergar para febrero o marzo la elección de las nuevas autoridades del Comité Nacional de la UCR prevista para diciembre y todavía no logra ese objetivo. Desde Mendoza minimizan un tanto el acomodamiento de los radicales del país en la otra vereda de la que está el mendocino. Pero Gerardo Morales se encamina a capturar la titularidad del Comité Nacional con el respaldo de buena parte de los dirigentes partidarios del interior, mientras Corneo se inclinó por jugar con Martín Lousteau. En relación al PRO, la cosa está mas o menos igual de caliente por su vínculo con Patricia Bullrrich y la interna durísima que la jefa de los amarillos está manteniendo con Horacio Rodríguez Larreta.

Todos saben que si Cornejo decide volver a Mendoza, toda discusión interna por la candidatura habrá acabado. En el camino habrá otra historia a resolver, que será la propia aspiración del gobernador a tener su proyección nacional convirtiéndose en compañero de fórmula, por caso, de Larreta. Pero Suarez no está hoy en condiciones de cortarse solo y jura, a quien lo quiera escuchar puestas adentro, que jugará en equipo.  

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