Ganarle a la pandemia no será el único desafío

La gestión económica se ha vuelto para Rodolfo Suarez un día a día vertiginoso. La semana que viene, el Gobierno provincial podrá hacer frente al pago de los salarios de los 93.000 empleados públicos. Pero en mayo no sabe si podrá volver a cumplir con los estatales.
Te Podría Interesar
Aunque el hecho de que pueda o no asumir este compromiso no depende mucho del gobernador mendocino. Por lo menos eso dicen en el gabinete. Está sujeto, en cambio, al cronograma de asistencia especial a las provincias en época de coronavirus que se empezó a distribuir este mes.
La Provincia ya recibió su parte de los primeros 20.000 millones de pesos (825 millones específicamente) y el ritmo de los desembolsos de la Casa Rosada (que, por supuesto, el Gobierno espera que se acelere) marcaría bastante claramente los límites de lo que podrá gastar en mayo.
En apenas cinco meses, el todavía nuevo gobernador radical se ha visto obligado a acotar al mínimo sus aspiraciones. Arrancó apurando un plan de ampliación de la matriz productiva a través de la minería y luego dio batalla para endeudarse para hacer obra pública. Las dos veces perdió y se evaporaron sus ambiciones de aumentar el empleo y generar riqueza.
El último golpe fue letal y generalizado: ningún mandatario podía preverlo. La parálisis económica general que provocó la pandemia convierte en un desafío sostener el básico funcionamiento del Estado.
El margen de maniobra provincial ante la dimensión de la crisis parece ser menor. La renegociación de deudas por unos 80 millones de dólares que acaba de lanzar el ministro de Hacienda, Lisandro Nieri, es una de ellas. La otra, una emisión de letras para conseguir hasta unos 5.000 millones de pesos en fondos frescos.
La sostenibilidad del pago de los sueldos estatales es el último escalón para una economía en crisis, aunque ésta preexista a esa debacle. A Paco Pérez se lo recordará siempre como el gobernador que se fue sin poder pagar la nómina salarial completa en los últimos meses. A pesar de que sus circunstancias son diferentes, el principal desafío económico de Suarez en las próximas semanas será que no le pase lo mismo.
Para que no se profundice la debacle, deberá reunir lo que demanda el pago de salarios un mes: unos 7.000 millones de pesos. Los sueldos representan en épocas normales algo más del 50 por ciento de los recursos totales. Pero hoy por hoy, el gasto en salarios representa ya el 85 por ciento de esos ingresos.
El resto de los fondos tiene que alcanzar para "encender la luz" del Estado y, principalmente, para enfrentar las demandas de la pandemia: insumos del sistema sanitario y un gasto social creciente.
La demanda de asistencia social se ha multiplicado debido a la cuarentena. "Antes dábamos la comida en los colegios y ahora nos espera toda la familia en la casa", graficó un funcionario.
La recaudación para hacer frente a estas necesidades se ha derrumbado, con una caída real que ha sido del orden del 50 por ciento y un panorama que empeorará debido a la "facturación cero" de numerosas actividades económicas que la nutrían.
La única estrategia posible para gobernadores como Suarez en medio de este panorama sombrío es alinearse con Alberto Fernández en la batalla que pone a la salud por encima de la economía.
Suarez iniciará así una nueva etapa de la cuarentena obligatoria con la premisa de cuidar la salud. Ciertamente tendrá algunas facultades para flexibilizarla, pero deberá cuidarse de no comprometer el objetivo máximo.
El Gobierno provincial espera que, como integrante de ese ejército multipartidario que pelea contra el virus, sea la Nación la que lo ayude a sortear los obstáculos más difíciles.
El comando general habla también de unidad y manda señales de contención a sus soldados de todas las provincias. En materia de deudas, por ejemplo, esta semana el ministro de Economía Martín Guzmán anunció la "Unidad de Apoyo de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Provincial" para coordinar este tema, aunque también hizo un pedido a los gobernadores: que eviten el endeudamiento en dólares.
En el Gobierno provincial remarcan que desde hace cuatro años (comienzos de la gestión de Alfredo Cornejo) que no toman deuda en dólares. Aunque también es cierto que Suarez, hasta hace poco más de un mes, promovía ese tipo de endeudamiento. Los tiempos, repetimos, están cambiando muy velozmente.