Femicidio

Caso Florencia Romano: por qué Suarez respalda a Munives y Levrino

El gobernador Rodolfo Suarez respalda a su equipo de Seguridad a pesar de la crisis y acusa al PJ. Cómo fue el procedimiento irregular dentro del 911.

Pablo Icardi
Pablo Icardi jueves, 24 de diciembre de 2020 · 08:05 hs
Caso Florencia Romano: por qué Suarez respalda a Munives y Levrino
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

La familia de Florencia Romano tiene, además de un dolor enorme, una incertidumbre que no se puede resolver: qué hubiera pasado si la policía respondía como corresponde al llamado de auxilio que se realizó cuando Pablo Arancibia atacaba a la adolescente. El único registro de ese llamado es la grabación; el audio donde de manera indolente la mujer policía que atiende el llamado del 911 corta, apenas dos minutos antes de terminar su turno. Haber cortado la llamada significó que el pedido de ayuda no quedó registrado y no se detonó el mecanismo de emergencia.

El camino de la negligencia es lo que tiene que investigar la Justicia. Si el abandono de persona que el propio Gobierno denuncia, llega solo hasta la oficial que atendió el llamado o hay impericia de sus superiores. De manera paralela la tensión política sobre el caso sigue y el gobernador Rodolfo Suarez responde con un fuerte respaldo al ministro de Seguridad Raúl Levrino y al jefe de policía Roberto Munives.

Para el Gobernador no hay impericia de los jefes y los incumplimientos de los deberes de funcionario público fueron solo de la mujer que atendió el teléfono. La responsabilidad penal del femicida está casi determinada. Pero se abren otras líneas y causas judiciales; justamente hasta dónde llega la cadena de culpas por negligencia. Además de respaldarlos en el cargo, el Gobierno decidió blindar públicamente al Jefe de Policía y al Ministro. No hablan y no irán a la Legislatura a dar explicaciones. Eso, incluso, generó algún malestar dentro del propio oficialismo. "Si no hay nada que ocultar y están convencidos hay que dar la cara", sugirió ingenuamente una dirigente radical. 

Hay una máxima que se repite en la política, sobre todo desde el 2015. Un pedido de renuncia en realidad "le estira la vida" dentro de la función pública al funcionario involucrado. Hubo casos extremos durante la gestión anterior y ahora no será la excepción. Por un lado porque responder a un pedido de renuncia de parte de la política lo toman como una señal de debilidad. Más en temas relacionados a la seguridad. La experiencia, lejos en el tiempo, la vivieron los dirigentes radicales con el gobierno de Julio Cobos, donde los ministros eran fusibles que saltaban rápido. "Si hacen caer a un Ministro por un caso, los golpes siguen derecho al Gobernador", analizan. Pero además, Suarez está convencido: no considera que el sistema haya funcionado mal y tampoco que los jefes deban responder por sus subordinados. Incluso ve excesos en la oposición. "Son salvajes", suele decir  al referirse al PJ. 

El Gobierno ve fantasmas. Cree que la oposición extrema el aprovechamiento político del tema y creen que hasta los escandaletes de la Legislatura tienen que ver con ello. "La gente no le responde", dicen autoconvencidos de que el femicidio de Florencia no hace mella en la imagen del Gobierno. 

Impericias

El llamado al 911 llegó a las 18:58. El hombre que se comunica tiene la ansiedad obvia para quien está ante un hecho grave. Quien llama cumple con su deber ciudadano, la policía no responde con la responsabilidad. El mecanismo de funcionamiento establece que la operadora debía cargar la novedad al sistema con un orden de prioridad: en ese caso era "prioridad 1".

Ese registro es clave porque es el paso siguiente para que se genere el alerta y que pase "a despacho" el llamado. El despachante, si le hubiera llegado el alerta, debía ubicar la zona, cruzarlo con el GPS de los móviles y la radio (Tetra) para enviar a la unidad más cercana para averiguar.

Ese mecanismo tiene un objetivo preventivo y disuasivo que nunca ocurrió.  El suceso se cierra una vez q el móvil llega al lugar y los policías evalúan la situación. "Si es positivo (es decir que hay una emergencia) se procede y se piden refuerzos si es necesario. Si es negativo se cierra como llamada falsa o negativa", explicó uno de los encargados del sistema. Nada funcionó. El llamado se cortó antes de que ese intrincado mecanismo funcione, dos minutos antes de que termine el turno.

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