Mendoza

Caso Burela: "Desafío a la bruja a que me haga un gualicho que me mate ya"

El juicio por la muerte del médico León Burela comenzó sin el hallazgo del autor material. Para el abogado de los hijos, la "bruja", la esposa y las macumbas no tienen relación con el caso y se trataría de otro tipo de venganza.

Ángeles Balderrama
Ángeles Balderrama martes, 20 de septiembre de 2022 · 15:30 hs
Caso Burela: "Desafío a la bruja a que me haga un gualicho que me mate ya"
A la izquierda, Verónica Castro, la supuesta bruja que ayudó a concretar la muerte del médico

León Domingo Burela fue asesinado y esa, hasta el momento, es la única certeza. A tres años de la muerte del médico y sin el hallazgo del autor de los disparos, comenzó el juicio para establecer responsabilidades. Aunque para el Ministerio Público Fiscal la esposa y una "bruja" contrataron a un sicario para matarlo, la versión del abogado de los hijos es totalmente diferente: ni las macumbas ni las mujeres tienen relación y se trataría, en primera instancia, de una venganza carcelaria.

"Desafío a la bruja a que me haga un gualicho, que me mate ya", dijo el abogado de los hijos de Burela al afirmar que una de las imputadas, la parapsicóloga Mónica Castro, no tiene relación ni algún tipo de poder en el caso.

La versión del Ministerio Púbico Fiscal (MPF) y de la querella que representa a los hermanos de León Domingo Burela es similar. Para ellos, cerca de las 10.20 del 15 de abril de 2019, el médico de 64 años fue asesinado en el sillón de su casa por tres disparos de arma de fuego, de los cuales, uno de ellos le atravesó el lóbulo parietal y automáticamente le quitó la vida.

Burela era médico jubilado y vivía en la manzana D, casa 17, del barro Kolton, en Las Heras. El hombre era padre de dos adolescentes y, durante el año 2019 se estaba recuperando de una operación. Sin embargo, ese 15 de abril, la mujer salió a barrer la vereda y, en cuestión de minutos, se esfumó. Había dejado la escoba en la puerta del domicilio y, según lo declarado horas más tarde, dejó la casa abierta porque "se le hacía tarde para ir al gimnasio".

En esos minutos de ausencia, un hombre ingresó al domicilio y, con la ventaja de tener todas las puertas abiertas, asesinó a Burela. Luego, tomó el celular de Elizabeth Ventura, la esposa de Burela, que había quedado sobre la mesa y se dio a la fuga.

Desde ese momento y hasta la actualidad nada se sabe sobre él. Sin embargo, para el MPF y la abogada de los hermanos de Burela se trató de un homicidio planificado por Ventura y su amiga Mónica Castro, una bruja oscura que hasta el día de su detención realizó macumbas contra los investigadores.

En concreto, los pesquisas encontraron trabajos de magia sobre la foto de la fiscal Claudia Ríos, quien investigaba el homicidio, en las cuales se pedía que sufriera un accidente, así como también sobre los investigadores. A su vez, guardaban notas periodísticas sobre el caso. Esas pruebas se sumaron a otra clave: una llamada telefónica entre las dos sospechosas que fue intervenida. "¿Por qué no le contás que mandaste a matar a tu marido?", le dijo la "bruja" a la viuda.

La fiscal Claudia Ríos en los alegatos de apertura del juicio.

Ni macumbas, ni brujas: una venganza

Enojo; eso expresaba el abogado de los hijos de León Domingo Burela (la víctima) y Elizabeth Ventura (la imputada). El defensor Francisco Castro explicó a los miembros del jurado que "no lo querían en el juicio" y, por este motivo, "tuvo que intervenir la Corte". 

Con un evidente enfado hacia el Ministerio Público Fiscal y la querella que representa a los hermanos, el hombre dio otra teoría de los hechos, mientras apuntó contra quienes habían tomado la palabra antes de él. "Recién la fiscal hablaba de investigación, de líneas cruzadas y ¿no podemos dar con el que pegó el tiro?", expresó.

Y agregó Castro: "Es la primera vez que voy a hacer un juicio por jurados pero acá lo único que le importa al MPF y a la defensa es ganar un caso, no les importa saber lo que pasó. Si realmente les importara, le darían lugar a los hijos. Hasta el día de hoy se quedaron sin papá, la mamá en la cárcel y entre estas dos bestias, porque realmente es lo mejor que hay en Mendoza, quedaron ellos".

El abogado explicó que ese día de abril, ambos hijos se levantaron, desayunaron con la madre y se fueron a estudiar. Sin embargo, minutos más tarde recibieron un WhastApp que decía: "Lo siento mucho". Con el padre muerto, tan solo pasaron meses para que sufrieran una segunda pérdida, la detención de su madre.

El abogado Castro, defensor de los intereses de los hijos.

En medio de esa situación, Castro dijo que "el Ministerio Público se dejo seducir por el hermano del doctor Burela", quien fue marcando el camino de la investigación. "Se presentaban en el Ministerio solamente para decir que había macumbas, que habían velas oscuras, pero lo cierto es lo cierto y acá hubo dos hechos de inseguridad".

"En el 2014 fue el primero y encontraron a Burela encerrado en el baño. Cuando la familia le preguntó qué pasó, el hombre les dijo que habían sido cuatro hombres vestidos de traje y con guantes. Y, al preguntarle por quién desconfiaba, él dijo que de su hermano, porque había tenido una discusión. Ahora, ese mismo hermano se presenta como querellante", expresó Castro con sospechas.

Sobre el segundo hecho de inseguridad, que sucedió en 2015, el abogado explicó que, mientras sacaba el auto para llevar a los chicos a la escuela, vio a dos motochorros que empezaron a disparar contra él, su esposa y sus hijos. Por este motivo, para Castro sería imposible que sea la propia esposa quien encargó su muerte. "¿Quién contrata a un sicario y se pone en la línea de fuego?".

Con dudas sobre el hermano de Burela, para el letrado también podría tratarse de una venganza carcelaria "por mirar a las mujeres de los presos". "¿Quién era Domingo Burela? Era medico ginecólogo, pero trabajaba en la penitenciaría de los hombres".

"¿Qué hace un médico ginecólogo en la penitenciaria de los hombres? Revisa las vaginas de las mujeres que ingresan para que no entren con droga", apuntó Castro.

En ese contexto, para el abogado de los hijos se trataría de una venganza de algún interno de la penitenciaría por mirar a sus parejas, ya que uno de los códigos carcelarios es darse vuelta cuando ingresan mujeres, para evitar verlas. "Para evitar masturbarse", detalló el abogado mientras agregó que a Burela "se la tenían jurada, era una crónica de muerte anunciada y esta era la oportunidad".

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