Energía

Las energías limpias, un filón posible para la Mendoza autosustentable

El Índice Provincial de Atractivo Renovable (IPAR) puso a Mendoza entre las provincias mejor ponderadas por el desarrollo de las energías renovables y por ser un potencial imán para los inversores. Un rubro clave para dinamizar la economía local si se entiende la necesidad de consolidarla como política de Estado. Tarea entonces para candidatos, especialistas y emprendedores que entiendan que la Mendoza del futuro ya empezó.

miércoles, 13 de marzo de 2019 · 09:30 hs

Hay frases que con el tiempo pasan a ser parte de la banda sonora de la política, la economía o el periodismo mismo. Tanto se repiten que terminan vaciándose de sentido. Suenan más bien a lugar común, a eslóganes de ocasión, pero a su vez revelan una realidad tangible.

Algo de eso pasa con la expresión “cambiar la matriz productiva de Mendoza”. Lo que no es otra cosa que decir ya está, no podemos seguir viviendo -y dependiendo- solamente de la vitivinicultura o, más cerca en el tiempo, del turismo. Aunque ahí estén los números fríos y duros que confirman que el principal rubro de la economía provincial hoy es el petróleo, no el vino.

Lo básico, más allá de la manida frase, es que es necesario potenciar otras áreas para que se active otra dinámica económica de Mendoza, donde haya más oportunidades laborales, de inversión y, claro, de exportación.

Es en este contexto donde cobra relevancia el dato que surgió del Índice Provincial de Atractivo Renovable (IPAR) que situó a Mendoza junto con Buenos Aires, San Juan, Córdoba, Chubut y Catamarca como las mejores ponderadas por su grado de desarrollo de las energías renovables y sus ventajas para la inversión.

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Este indicador, elaborado por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA con la colaboración de la Subsecretaría de Energías Renovables y Eficiencia Energética, resulta una herramienta clave para la toma de decisiones, tanto del sector público como del privado, con dos aspectos fundamentales para avanzar o no en un determinado desarrollo ya que señala las principales oportunidades, pero también las barreras para invertir en ciertos proyectos.

Sintonía verde

La difusión de este índice le sirve a Mendoza para “visibilizarse” a nivel nacional e internacional y, sobre todo, avanzar con convicción en un terreno para el cual hay un contexto mundial favorable en línea con la protección del ambiente y del uso inteligente de los recursos naturales.

Distribuidos en distintas provincias, ya están inyectando de energía limpia al sistema eléctrico nacional 10 parques de tecnología solar fotovoltaica, 11 eólicos, 5 de biogás y 3 de biomasa.

Según datos de la Secretaría de Energía, son 126 los proyectos en energías renovables en desarrollo, entre los que operan comercialmente y los que están en construcción. En conjunto representan 4.593 MW de potencia instalada, unos 9.300 empleos y una inversión que supera los U$S6.800 millones.

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Un fuerte impulso a este rubro proviene de dos leyes estratégicas: la 27.191, de Régimen de Fomento Nacional para el Uso de Fuentes Renovables de Energía Destinada a la Producción de Energía Eléctrica, y la 27.424, que establece el Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable Integrada a la Red Eléctrica Pública. A este marco legal, Mendoza le sumó la aprobación de la Ley 7549 que establece que los componentes y equipos destinados a generar energías limpias no pagarán ingresos brutos ni impuesto a los sellos.

Conectados

A nivel local, en los últimos tres años se potenció la apuesta a la energía renovable. Actualmente hay 11 proyectos en marcha de energía eólica, solar y Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos (PAH) distribuidos en las comunas de Luján, Tupungato, Lavalle, La Paz, San Rafael, Alvear, Maipú y Capital. Sólo con la construcción de tres mini centrales hidroeléctricas se sumarán 178,07 MW de potencia.

La devaluación, los problemas para conseguir crédito y la incertidumbre económica en general atrasaron los planes de algunos de estos emprendedores (pymes en su mayoría) y del Estado provincial también, pero en general los proyectos siguen su curso, aunque con las fechas corridas o un tanto inciertas.

De ahí que el subsecretario de Energía y Minería, Emilio Guiñazú Fader, advierta que "para que una propuesta de desarrollo se transforme en política de Estado, esta debe ser adoptada por todos los sectores: las empresas, el gobierno, los sindicatos, la academia y la opinión pública".

Esto explica que sean cada vez más los privados que ya están trabajando en la innovación tecnológica para el desarrollo de las energías limpias. Alcanzar el 8% de consumo energético sustentable (y un 20% en 2025) es una meta cercana para la Subsecretaría de Energía y Minería de la provincia y para esto es básico sostener el impulso a los proyectos del Plan RenovAr.

El proyecto eólico de El Sosneado, aún sin financiamiento garantizado, representa uno de los principales proyectos y desafíos. Ubicado a unos 100km de la ciudad de San Rafael y a 70km al norte de Malargüe, será fundamental para dotar de energía al sur provincial.

La Empresa Mendocina de Energía (Emesa) fue la que ideó este proyecto que cuenta con la firma Aliwen Energía SA como socio capitalista. El parque demandará una inversión de US$ 80 millones y abastecerá a más de 100 mil familias.

Párrafo aparte para Portezuelo del Viento, sin duda la obra energética más ambiciosa y postergada por décadas, que tendrá cinco veces la capacidad del dique Potrerillos. Bajo el modelo de Participación Público Privada (PPP), su construcción insumirá una inversión de U$S 1.000 millones en un plazo de cinco a seis años de construcción. Sólo con este proyecto se lograría abastecer a 127.500 viviendas.

Pese a la crisis y sus consecuentes piedras en el camino, el panorama energético local está en pleno desarrollo. La clave para su continuidad está en lo que planteaba el subsecretario Guiñazú Fader, en cuanto a la necesidad de una política de Estado que se sustente en la acción de todos los involucrados. 

He aquí una tarea inexcusable para aquellos candidatos (y sus equipos) que aspiren a ocupar el sillón de Alfredo Cornejo y estén convencidos de que la Mendoza del presente -y también la del futuro- pasa en buena parte por la apuesta a las energías renovables.