Empresas B
"Economía de impacto": el valor de Mendoza que el mundo descubre
La sinergia y potencia de empresas locales de triple impacto económico, social y ambiental comienza a resonar a nivel global. Además, la provincia lidera hoy el ranking de firmas midiendo su impacto en América Latina.
El ecosistema global de “empresas B” o de “triple impacto” (económico, social y ambiental) mira cada vez con mayor atención a Mendoza por la potencia y la sinergia desarrollada entre este tipo de firmas.
El universo “B” en nuestra provincia ha tenido un desarrollo excepcional a partir de una combinación de mentalidad emprendedora, conciencia social y mentalidad medioambiental de largo alcance. Hoy el escenario para este tipo de desarrollos es tan amplio que abarca desde lo gastronómico (La Marchigiana), el desarrollo de software (Sílice), o la fabricación de zapatillas con neumáticos reciclados (Xinca).
“Si uno va a Europa ve que muchas personas de este entorno de negocios empiezan a hablar de Mendoza”, comenta Pedro Tarak, pionero de la economía de impacto en el país a partir de iniciativas como Emprendia o la multinacional Sistema B. “Esto no es para alimentar el ego de los mendocinos”, bromea, pero “en Mendoza hubo una convergencia excepcional de fenómenos que la han hecho única en el medio”, asegura.
¿Qué es ser “B”?
Las empresas o sistemas B implican, en esencia, un cambio de paradigma en la forma de ver y hacer negocios. El objetivo deja de ser el lucro puro para dar lugar a las variables social y ambiental en igual medida dentro de la estructura de equilibrios. De esta forma la empresa que busque ser “de impacto” deberá aggiornar su estatuto para enfocarlo en los objetivos planteados respecto del desarrollo social y el cuidado del ambiente al tiempo que obtiene rentabilidad.
En el círculo de sistemas "B" de Europa se habla cada vez más de Mendoza.
La gran pregunta que surge entre los hombres de negocios es básica: ¿Ganan plata las “empresas B”? “La respuesta, o mejor dicho la pregunta, es más compleja”, analiza Tarak. “Una cosa es la rentabilidad o el retorno de inversión (ROI); pero después tenés otros factores como la valuación de la empresa, lo cual tiene que ver con el valor que la sociedad y el mercado le otorguen”, analiza, y pregunta de manera retórica el consultor: “¿Para vos es más valiosa una empresa que además de tener rentabilidad cuidad de la sociedad en la que opera y piensa en el medioambiente, o una que simplemente hace negocios?”.
Mendoza impacta
Si bien quienes trabajan con el sistema B prefieren mostrar resultados antes que evangelizar de palabra, la Ciudad de Mendoza marcó un hito a nivel latinoamericano al instaurar la primera legislación al respecto. La Capital promulgó una ordenanza que privilegia en sus licitaciones a empresas de triple impacto, lo cual las pone en ventaja en el sistema de compras de la comuna. En concreto, ante ofertas económicas similares las empresas B tienen un beneficio de ponderación positiva del 3% que se eleva al 5% en el caso de MiPymes (micro, pequeñas y medianas empresas).
Además los últimos informes del banco de datos del sistema B en Estados Unidos arrojan un dato revelador: Mendoza es la provincia con mayor cantidad de empresas midiendo su impacto en la actualidad en toda Latinoamérica, lo que en un futuro podría derivar en una transformación de las firmas hacia la economía de impacto.
Por todo ello no es casualidad que en septiembre próximo nuestra provincia sea sede de la cumbre mundial del Movimiento B, que traerá a estas tierras a unos 1.000 participantes de 40 países.
“¿Cuál es la empresa más querida de Mendoza?”, pregunta la consultora de sistema B “Quinto impacto” en su nueva campaña de sondeo provincial. Aquella que cuide tanto a las personas y al medioambiente como a su propio negocio, seguramente será la respuesta.
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