Cuentas públicas

Turbo en la obra pública, freno de mano en la recaudación

Mientras la inversión en obras creció un 250% interanual en el primer trimestre del año electoral, los ingresos de ATM aumentaron bastante por debajo de lo que lo hizo la inflación.

sábado, 20 de abril de 2019 · 12:05 hs

Recaudación y obra pública marcharon por carriles diferentes en el primer trimestre del año en Mendoza: la primera con freno de mano y la segunda, con quinta a fondo.

Entre enero y marzo ATM embolsó en promedio un 32% más que el año pasado. Contrastado con una inflación por encima del 50%, los datos indican que el los ingresos crecieron con el freno de mano puesto. La situación era esperable en un contexto de recesión profunda en la que la floja actividad del sector privado se hace notar en en los resultados impositivos.

En este escenario delicado la asistencia de la Casa Rosada se ha mantenido medianamente en línea con el IPC. Entre enero y marzo llegaron unos $9.900 millones, lo que representa un 47% más que en el mismo periodo del año pasado.

A nivel local Ingresos Brutos, principal fuente de ingresos para la Provincia, creció casi un 40%, mientras que en los vencimientos los impuestos Automotor e Inmobiliario lo hicieron “solo” un 31% y 24%. Los resultados van a contramano de las buenas intenciones de Hacienda de mejorar los ingresos a través de estos dos últimos gravámenes y no de otros “totalmente distorsivos” como Ingresos Brutos o Sellos. En los resultados influyen también las decisiones políticas de bajar algunas alícuotas para aliviar la presión fiscal y la adhesión al pacto federal impositivo, el cual también prevé rebajas.

El panorama de recaudación en un contexto de inflación asfixiante en torno al 4% mensual obliga al Gobierno provincial a apelar al ingenio y la disciplina para intentar no desviarse demasiado del horizonte de obras y prestaciones de servicios esenciales previstos para este año.

Los datos de recaudación del primer trimestre del año.
La recaudación en el primer trimestre de 2018.

Más allá de las jubilaciones previstas en la plantilla estatal, el gasto en personal no será variable de ajuste ya que todos los gremios cerraron su paritaria con algún tipo de ajuste por inflación.

El manual de la ortodoxia indicaría que, como primera medida, la tijera de la austeridad debería empezar por la obra pública. Sin embargo el ministerio de Hacienda que comanda Paula Allasino confía en poder afilar el lápiz en “gastos superfluos” para garantizar los trabajos proyectados y la prestación de los servicios básicos tal cual está estipulado.

Puertas adentro del ministerio de Economía admiten que sería “complicado” recortar el gasto en obra pública en un año electoral. De hecho la cartera que comanda Martín Kerchner avanza como una topadora, con un crecimiento de la inversión del 250% en términos nominales de $613 millones a más de $1.500 millones en este primer trimestre. Esto significa que, en la cuenta al día, el Gobierno provincial duplicó los fondos para obras, la mayor parte de los cuales van por estos días a los proyectos de ampliación de hospitales.

Mantener un ritmo de corte de cintas constante hasta las PASO de junio y las generales de septiembre requerirá de una cintura adiestrada en el gasto y en la recaudación. Por ello mientras Allasino intenta maniobrar con pulso de cirujano ATM refuerza la “caza” de evasores. Habrá que ver el resultado de la faena en un coto de presas flacas por la situación del país.