¿Qué te parece? Para el 2020 que se viene yo te invito a "derrochar"
Estamos por cambiar de año, y es tiempo de reflexiones y deseos. En la columna explico con más detalle de qué tipo de "derroche" estoy hablando cuando digo que en este nuevo ciclo tenemos que animarnos a no contenernos tanto y despilfarrar un poco.
“El sabor de la vida es sólo para los locos”.
(Fragmento de un poema sufí).
El 2019 fue un año difícil. Elecciones municipales, provinciales, nacionales; discusiones y debates, descalificaciones, agresiones, muchas idas y vueltas, profunda crisis económica y social... Y un final particularmente sorprendente en Mendoza, con una muestra de manifestación popular fuerte, firme y al mismo tiempo, madura y sin violencia.
Seguro en algún momento del 2019 te conmoviste o sentiste admiración por la conducta de algunas personas que fueron más allá de lo socialmente esperado, o de lo “lógico”, de lo exigible: alguien que arriesgó su vida por otro, que se la jugó por otro que estaba en una situación de injusticia, o se quedó cerca de quien padecía una enfermedad, o la soledad…
Son comportamientos que a la vista de muchos, resultan insensatos, pero que finalmente hacen la diferencia, logran cometidos e incluso quedan para la historia.
Y apuesto a que, en algún instante del 2019, vos mismo sentiste ese impulso que te empujaba a comportarte de esa manera. Como si fuera un envión interior que te arengaba a quebrar límites pacatos y moverte por la tracción irrefrenable del amor, de la urgencia, de la caridad o la fraternidad.
Pero te ganó la costumbre de medirlo todo, de calcularlo todo. Y te achicaste. Te “normalizaste”. Volviste al promedio. No vaya a ser cosa que parezcas un inmaduro. O un delirante.
Para que seamos una sociedad a la que el 2020 llegue bien, mi deseo es que hagas memoria y te conectes con aquellos momentos de tu vida en que te inundó la alegría y la desfachatez. Esa etapa en la que sentiste un incendio interior por el gozo de jugarte la vida.
Al fin y al cabo, lector, te pido que seas desmedido.
Algo tenés para dar. ¿Dinero? ¿Tiempo? ¿Compañía? ¿Compromiso cívico? ¿Trabajo? ¿Educación? ¿Ejemplo? Vos sabrás.
La fraternidad tiene que ver con animarse a transgredir los límites de la comodidad y de las necesidades personales -que son legítimas y reales, por supuesto-. La verdad es que estoy harto de esa falsa prudencia en la que caemos. Más que prudencia, es mediocridad.
En este 2020, quiero poner de moda el despilfarro. ¡No guardes! ¡No atesores para vos! ¡Derrochá! Pero derrochá cariño, tiempo de compañía y escucha, amistad, abrazos. Ojalá este año q comienza te vuelvas un poquito loco y saborees la vida. Sería genial que te enorgullezcas de pertenecer a una humanidad en la que muchos no viven solo para sí mismos, sino también para los demás.
¡Traspasá límites!