Educación

La inflación sube y sufre la educación

La crisis económica que el Gobierno Nacional nunca revirtió, por el contrario, se fue incrementando, llegó a la educación. Se sentirá recién en el ciclo lectivo 2020 pero ya empezó a tener sus repercusiones en lo que vendrá. Puestos de trabajo en juego y calidad educativa en decadencia. 

domingo, 13 de octubre de 2019 · 11:45 hs

Sin duda, la mayoría de los argentinos ha sufrido las consecuencias de la crisis económica que atraviesa el país donde los últimos datos del Indec señalaron que la pobreza alcanza al 35,4% de las personas. En Mendoza la suba es peor, ya que los datos finales de 2018 hablaban de un 30,7% y ahora son 37,6%. Por lo tanto, hay necesidades básicas que 15,9 millones de argentinos no pueden alcanzar y hay algunas situaciones que requieren un ajuste de cinturón. Sin embargo, hay otras que por mirar lo inmediato -y es comprensible-no se tienen en cuenta.

Estas son aquella a largo plazo, que hacen a una sociedad. Como lo es la educación de un pueblo, tan imprescindible si queremos un futuro donde los ciudadanos puedan adquirir a este derecho. "La Educación es un derecho humano fundamental que ocupa el centro mismo de la misión de la Unesco y está indisolublemente ligado a la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y a muchos otros instrumentos internacionales en derechos humanos", reza la declaración de la Unesco.

Unas semanas atrás, el ministro de Hacienda de la Nación, Hernán Lacunza, presentó el proyecto de ley del Presupuesto 2020. Como informó el Cronista el 30 de septiembre, desaparecerá el financiamiento educativo de unos $200.000 millones que se envió a las provincias este 2019.

Si bien todo depende de quién gane las elecciones nacionales del 27 octubre ya que los legisladores han anunciado que se trataría después del 10 de diciembre, una vez asumido el nuevo presidente.

Esta semana, estudiantes de varias tecnicaturas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) se enteraron que habrá un gran recorte en sus carreras, a partir del 1 de enero de 2020. Las autoridades de la casa de altos estudios confirmaron que no cerrará ninguna carrera de grado o tecnicatura. Esto mantiene en alerta al alumnado, preocupados por su educación.

Claramente el mensaje se entiende. La crisis que el modelo impone, ya sea por uno, dos o varias gestiones de Gobierno que no han dado en la tecla -por intereses propios o gruesos errores- se sufre en el plato de comida diario, ajusta el bolsillo y limita cada vez más el acceso al conocimiento, tan necesario para alimentar el pensamiento crítico de la sociedad.

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