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Opinión

Las balas de la polémica

Foto: Gerardo Gómez / MDZ
Foto: Gerardo Gómez / MDZ

Qué policías las van a usar

Por Pablo Dreyfus, investigador de la organización Viva Rio, Brasil

(Especial para MDZ desde Río de Janeiro)

La munición de punta hueca al impactar en  el cuerpo se deforma y pierde poder de penetración. La bala  queda con la forma de un champignon.  

En el caso de la munición de pistola y revólver, de menor potencia que la de fusil, por un lado es positivo, porque la munición no atraviesa el cuerpo (lo cual disminuye la posibilidad de  que impacte en otro cuerpo que no sea el blanco) y además la munición  gana "stopping power" o poder de parada. Esto es: si le pega al  delincuente en una parte no vital (en el hombro por ejemplo) lo va a hacer volar  para atrás y dejarlo incapacitado para seguir agrediendo. Claro, si le pega en la  cabeza…adiós cabeza, si le pega en el corazón, picadillo de corazón, y así sucesivamente con los órganos vitales. Estamos hablando de un "champignon de plomo" que llega a más o menos 600 km por hora ¿verdad?

En resumen, lo que resuelve el problema no es el tipo de munición, sino el tipo de entrenamiento que tienen los policías que van a usarla. Esto  es: tienen estar entrenados para tirar a matar como última opción y para tirar prioritariamente a partes no vitales para después poder arrestar al criminal.

En Alemania, por ejemplo, algunas policías como la de Berlín usan balas 9mm con  punta hueca y núcleo de plástico. Esto le da poder de parada a una munición que en principio está diseñada para tener poder de penetración. Pero  claro, una cosa es la Policía de Berlín y otra cosa algunas policías de por estos lados del mundo.

Esperemos que los que van usar estas municiones tengan el entrenamiento adecuado.

Sirven para matar, pero no está prohibido

 

Por Mike Lewis, coordinador de la Campaña contra el Comercio de Armas, Inglaterra

(Especial para MDZ desde Londres)

Las municiones de punta hueco tienen un hoyo o depresión en su punta por la cual la bala de plomo amplía la superficie de impacto.

Hay una gama de tipos de municiones de punta hueco, pero generalizando, su definición podría sintetizarse en que una de estas balas reduce la marcha más rápidamente cuando entra en el objetivo, por ejemplo, el cuerpo de una persona y puede expandirse, causando heridas mucho más grandes, pero no penetrando.

Algunas balas de punta hueco, por lo tanto, no atravesarán el cuerpo, a diferencia de las balas comunes.

Las balas de punta hueca son usadas por muchas fuerzas policiales incluyendo la del Reino Unido, y también por tiradores deportivos.

Los policías, generalmente argumentan que:

* Tienen más poder de frenar al agredido, incapacitándolo absolutamente o matándolo y evitando, de esa forma, que resulte una amenaza para otra persona.

* Evitan herir a una tercera persona, como puede pasar con las balas comunes que logran atravesar un cuerpo, pudiendo impactar en otra.

Estas son preocupaciones serias y posiblemente legítimas, en particular si piensan ser usadas en áreas atestadas  de personas, como un subterráneo de Londres.

Dominique Loye ha argumentado al respecto que "estas dos justificaciones  sobre el empleo de las balas por parte de la policía no son incompatibles con el principio a tener en cuenta de empleo razonable de fuerza”.

Algunas organizaciones, como Amnistía Internacional de Suiza, argumentan que  el poder de “frenado” que tienen las balas de punta hueca puede constituir un uso excesivo de la fuerza, ya que de esa manera se pueden provocar heridas que amenacen seriamente la vida de una persona.

Pero supongo esta evaluación puede depender de lo que dispongan quienes controlan el empleo de armas de fuego por la policía argentina.

En el Reino Unido, por ejemplo, donde se autoriza a la policía a utilizar armas de fuego exclusivamente frente a una amenaza inminente de vida, no surgen dudas o pudores en torno al “uso excesivo de la fuerza”, porque está escrito que en esa sola oportunidad puede ser utilizada y, precisamente, para matar, salvando otras vidas.

Sobre la legalidad

Las balas de punta hueca, en términos generales, son legalmente cuestionables en caso de guerra, pero absolutamente legales en la vigilancia o la actividad de militares o bien, en la vigilancia interna.

La Convención de La Haya de 1899, Declaración III, prohíbe el empleo en la guerra de balas que se expandan con facilidad o que se aplanen en el cuerpo.

Pero si sólo la policía va a usarlas, eso no está prohibido.


Más efectivas en el primer impacto

Por Aldo Chesi, vendedor de armas y asesor del Partido Demócrata de Mendoza

La organización Iansa paga a muchísimas ONG para que prohíba las armas. Prohibiendo las armas inmediatamente la pasan a vender ilegalmente. En Australia se prohibieron las armas. El gobierno gastó 500 millones de dólares y se retiraron todas las armas legales. Y Victoria, la segunda ciudad más importante de Australia subió 400% el delito. Qué hizo entonces la gente decente. Dijo bueno  las leyes hay que cumplirlas, pero primero esta mi seguridad y compraron armas ilegalmente.

En Argentina las armas están permitidas pero tienen que pasar por el Renar. Hay que pagar 500 pesos para habilitar un arma. Eso debería ser más accesible. Con 100 pesos ya debería estar pagado. 

No se pueden prohibir las armas, hay que reglamentarlas. No se puede prohibir las armas, porque vos las prohibís y no desaparecen. Cada vez que se incentiva la prohibición, aumenta el comercio ilegal. Si prohíben algo, es negocio.

El ministro, Aníbal  Fernández, con gran criterio me asombra al permitir que la policía use balas con punta hueca eso es lo que debe hacer. Ya que en el primer impacto lo inhibe al delincuente en forma instantánea y salvaguarda  la vida de los terceros porque la bala se queda en donde le pega.

En cambio las balas de punta sólida  que estos tipos de las ONG quieren que se use traspasa al delincuente y mata al que está a atrás. Tiene tres rebotes y en su recorrido conserva el poder letal.

Me parece bien que la use la policía.  Debiera ser así.

Una cosa es un ejército armado con balas de punta hueca que sí está prohibido  internacionalmente por la convención de Ginebra y otra cosa es que la use la policía.

En un conflicto  de ejércitos tiene que usar balas sólidas porque estas balas fueron llamadas “balas piadosas” porque el soldado  queda herido y no muerto si no le pega en un punto vital.

El ejército que le genera un herido al adversario gana porque le presenta un problema logístico, eso cuesta plata, esfuerzo, tiempo. Entonces prefieren herirlo y no matarlo.

No lo hacen porque son buenos, hacen negocios.

Aquí en la ciudad el combate de la policía con la delincuencia es a 5 metros, entonces el delincuente deber caer rápidamente, no le tenés que dar oportunidad.

Son más efectivas en el primer impacto. El 99 por ciento de las balas van a cualquier lado. Los policías no están instruidos.

 

La policía necesita munición con poder de detención

Por Julio Alajarín, policía federal retirado y docente del IUSP

Luego de muchos años de sandeces por fin veo que empieza a primar la cordura. Como instructor de tiro y luego de años de reclamos, ya era hora que el Gobierno se de cuenta que el Convenio de Ginebra está destinado a paises en guerra y la finalidad de la guerra no es "matar" al enemigo sino desgastarlo económicamente, por lo tanto lo humanitario de la munición blindada está dado en el hecho de que un muerto no implica gasto, pero un herido si. Médicos, medicinas, enfermeros, soldados para el traslado, etc., con lo cual, cuantos más heridos, más gasto y ese es el principio del desgaste bélico entre países.

La policía necesita munición con poder de detención, es decir, inmovilizar al delincuente cuando está armado y se enfrenta a la policía. La munición expansiva provoca ese efecto, ya que al chocar, al expandirse provoca daños severos e inmoviliza o mata directamente al delincuente.

Por principio legal, el monopolio de la fuerza es del Estado y está representado en la Policía y las FF.AA. Un civil armado, que delinque sabe que está violando el Código Penal y va contra el Estado de Derecho, por lo tanto, si cae en un enfrentamiento sabía a lo que se arriesgaba y es su propia responsabilidad.

La implementación de munición expansiva para el personal policial impide los rebotes, con lo cual se está beneficiando a posibles inocentes que puedan ser heridos por estos rebotes. Además, la munición encamisada atraviesa a la persona, la hiere pero no le impide seguir disparando contra el personal policial.

Al margen, la gran mayoria de las policías del mundo usan munición expansiva o con plomo descubierto o semiencamisada. Felicito de corazón la decisión del PEN y espero que se haga extensiva a todas las provincias del país.

A aquellos que manifiestan "la prohibición" del uso de estas municiones, les pregunto: ¿si están prohibidas, por qué se venden en las armerías? ¿Qué tal si usamos la lógica y dejamos las pavadas para otro momento? Digo, así dejamos de quejarnos de la inseguridad.

 

Lo que falta, es una política de seguridad

 

Por Red Argentina para el Desarme

 

A un año de la puesta en marcha del Plan de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego y en plena ejecución, la Red Argentina para el Desarme (RAD), manifiesta su repudio por la entrada en vigencia de la Resolución Nº 1770/08 firmada por Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, quien, en calidad de responsable máximo de la política de desarme en el país, avala contradictoriamente la utilización de proyectiles expansivos –conocidos en la jerga como balas de “punta hueca”- para ciertos cuerpos especiales de la Policía Federal, la División Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF), del Grupo Especial1-GE 1 y al personal de la fuerza que presta servicios de custodia.

 

El uso civil de dicho tipo de bala, de alto poder de fuego, fue condenada y prohibida por la Declaración de la Haya y la Convención de Ginebra, ambos instrumentos internacionales ratificados por la Argentina.

 

Entendemos que la Resolución esconde un argumento falaz. Bajo la pretensión de reducir muertes innecesarias alterando el poder de daño de la Policía Federal en la búsqueda por bajar los índices de criminalidad, lo que resulta en contraposición, es la militarización de un cuerpo civil a través del otorgamiento de un mayor e inapropiado poder de fuego para cumplir con las funciones de control, prevención y reducción del delito bajo el principio de aplicación racional del uso de la fuerza pública.

 

Lo que se le está debiendo aún a la sociedad es una política de seguridad pública capaz de revertir las enormes y persistentes falencias en materia de formación y profesionalización policial, modernización institucional y consecuente defensa de sociedades más justas y seguras en democracia.

 

Lamentablemente, la Resolución 1770 parece desconocer la imperante necesidad de reducir el grado de violencia y letalidad existente en la resolución de los conflictos en el marco del ejercicio de la fuerza pública.

 

Al incrementar a niveles inconcebibles el poder de fuego de sus hombres, el estado lo que está haciendo, lejos de poner bajo protección a la ciudadanía, es aportar un granito de arena a una carrera armamentista entre unos y otros que encontrará como víctimas colaterales, como siempre ocurre, a personas indefensas que desarrollan su vida bajo ambos fuegos.

 

 

El efecto diferenciado de las balas de punta hueca y las estándares, según en un video de YouTube

 

 

Producción: Liliana Hidalgo