Quién es Juana, la hija de Juliana Gattas que evita cámaras y escenarios
En tiempos donde la exposición parece una obligación, la hija de Juliana Gattas elige el silencio, la música compartida y los vínculos reales.
Juliana Gattas y su alianza indestructible con su hija.
Gentileza prensaJuliana Gattas, la voz inconfundible de Miranda!, siempre fue cuidadosa con su vida privada. Entre giras, discos y escenarios, mantuvo lejos del foco a su hija Juana, nacida cuando ella aún era muy joven. Con solo 20 años, la hija de la cantante sigue eligiendo el bajo perfil y una vida alejada del ruido.
La hija de Juliana Gattas prefiere un perfil bajo
Juana llegó en un momento clave para Juliana: en plena adolescencia y mientras Miranda! daba sus primeros pasos. La maternidad fue una sorpresa que redefinió sus prioridades. Según la propia artista, su hija le enseñó a amar desde un lugar desconocido, justo cuando todavía estaba aprendiendo a quererse a sí misma.
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Criar a una hija mientras crecía dentro del mundo musical no fue tarea fácil. Juliana decidió no elegir entre ser madre y ser artista. Apostó por ambas. Aunque eso implicó cansancio, viajes compartidos, horarios ajustados y esfuerzos que, con el tiempo, se convirtieron en recuerdos imborrables.
Juana es fruto de la relación entre Juliana y el músico Sebastián Carreras. Creció rodeada de instrumentos, pruebas de sonido y camarines. Sin embargo, eligió un camino distinto. No se muestra en redes, ni busca exposición. Su presencia en eventos es muy esporádica y siempre en segundo plano.
Esa decisión no significa distancia. Todo lo contrario. Juliana define a su hija como su aliada, su confidente y hasta su consejera artística. Según contó en entrevistas, Juana tiene una sensibilidad musical especial. Le acerca artistas, le sugiere discos y le comparte canciones nuevas como quien recomienda un buen libro.
La relación entre ambas va más allá de lo familiar. Son amigas que comparten conciertos, viajes, charlas largas y tardes de música. A pesar del bajo perfil de Juana, en algunas publicaciones se ve la complicidad entre madre e hija. Sonríen sin necesidad de posar, con una naturalidad que traspasa la imagen.