Pon fin al mal olor a humedad en casa: algunos trucos sencillos

La humedad en casa es un enemigo silencioso. Deja sus rastros en paredes, muebles, ropa e incluso en el aire. Más allá de un simple mal olor, su presencia causa problemas que afectan la salud. Con estos trucos te será simple mantener a raya este molesto problema. 

Uno de los signos más evidentes de humedad es ese característico olor que invade cada rincón. Es un hedor persistente que se adhiere a todo, desde cortinas hasta prendas de vestir. Si no lo abordas, este aroma desagradable, con el tiempo, se convierte en un desafío erradicarlo. 

El bicarbonato es uno de los mejores para absorber la humedad.  Además es una opción económica y funcional. Coloca pequeñas cantidades en recipientes abiertos y distribúyelos en las áreas más afectadas, como armarios o esquinas con poca ventilación. Para potenciar su efecto, mezcla con café para neutralizar el olor.

Si no tienes bicarbonato a mano, la sal es otra excelente alternativa. Pues es un deshumidificador natural. Llena recipientes con sal gruesa y colócalos cerca de ventanas o en lugares donde la acumulación de humedad sea evidente. Con el tiempo, notarás cómo la sal se endurece al absorber la humedad del ambiente.

El vinagre también se presenta como una solución práctica. Al mezclarlo con agua en un pulverizador y añadir unas gotas de aceite esencial, obtendrás un producto que también deja un aroma agradable en cortinas, sofás y alfombras. Es importante aplicarlo con moderación para evitar saturar los tejidos o superficies.

Además de estos remedios, debes ventilar regularmente las habitaciones para prevenir la acumulación de humedad, especialmente en áreas como baños y cocinas, donde el vapor tiende a concentrarse. Otra técnica sencilla consiste en usar carbón activado. Este material, además de ser económico, tiene propiedades absorbentes que lo convierten en un excelente recurso contra la humedad. Colócalo en bolsas de tela o recipientes perforados y distribúyelo en lugares estratégicos del hogar.