Esta fue la escena de Merlina más difícil de grabar para Jenna Ortega
Hubo una escena en particular durante el rodaje de Merlina que complicó a todo el equipo, especialmente a Jenna Ortega. Te contamos más detalles sobre este momento a continuación.
Merlina tiene muchas escenas atrapantes y divertidas, por no decir casi todas. Aunque el público, por lo general, no suele analizar las dificultades a las que la producción y los actores se enfrentan para poder lograr los resultados que se ven luego en la pantalla.
Hubo un momento en particular, en el segundo capítulo titulado “El sombrío encanto de la soledad” (“Woe is the Loneliest Number” en inglés), que resultó desafiante en todos los sentidos. Se trata de la parte donde Merlina y su amiga Enid participan en la Copa Poe.
En dicha filmación se las puede ver a ambas, junto con otros alumnos, en una canoa compitiendo contra el resto de los equipos. Para ganar la competencia tienen que remar a través del lago intentando entorpecer el paso de sus contrincantes para dejarlos en el camino con el fin de salir primeras.
Si no te acuerdas de esta parte, te dejamos el video a continuación:
La escena más complicada de lograr en Merlina
Para todo el equipo, desde los actores hasta la producción, filmar la Copa Poe fue tan divertido como desafiante, principalmente porque requirió muchos cuidados para que Jenna Ortega y el resto del elenco no saliera lastimado.
Para la grabación, la cual duró varios días, se necesitó un equipo de buzos y lanchas para que estuvieran alertas en todo momento. Además, cada uno de los actores tenía una persona que los cuidaba de cerca, ósea que eran 16 personas más, y a esto hay que sumarle la doble de la protagonista, quien se encargó de las secuencias más complicadas.
A todo esto, hay que sumar los elementos externos que no se podían controlar, como el frío o el viento. Ya que el set que se eligió para llevar adelante esta escena fueron los lagos Branesti y Sterbai, cerca de Bucarest, Rumania, donde la temperatura del agua se encontraba bajo cero.
“Lo único que no estaba bueno era que en la escena teníamos que usar un traje de neopreno debajo que no podíamos quitarnos y no nos permitía orinar. Al día siguiente nos hicieron unos agujeros y trataron de hacerlo un poco más fácil”, recordó Jenna Ortega.
Todos estos factores complicaron la grabación, por lo que el equipo de producción de Merlina decidió repetir algunos momentos en una piscina para que fuera más tranquilo el proceso y pudieran lograr el resultado que querían.