Mi suculenta o cactus se estiró: cuál es la razón y cómo remediarlo

Las plantas suculentas o crasas son de las más comunes en los jardines e interiores de cada hogar. Se trata de opciones sumamente elegidas por aquellos principiantes en el mundo de la jardinería que desean mantener una especie que no requiera muchos cuidados. Sin embargo, como cada planta, al menos un par de cuidados son básicos y esenciales para que su desarrollo sea el mejor. En el caso de las crasas, es sumamente importante que se encuentren en un sitio con iluminación solar directa; de lo contrario puede verse afectada.

Si nuestras suculentas sufren la falta de luz solar pueden presentar procesos como la etiolación, el cual se caracteriza por hacer los tallos de la planta más largos y débiles; hojas más pequeñas debido a entrenudos más largos; y un color amarillo pálido. Esto se debe tratar de inmediato, se forma tan sencilla como lo es llevar al ejemplar en cuestión a una zona con más iluminación solar. Sin embargo, es normal que la parte que se estiró quede de la misma manera, mientras que por otras zonas crezcan nuevas hojas sanas. 

La creadora de contenido Milicienta tiene una sección específica para las tareas de jardinería, donde dedicó todo un video para hablar de la solución para que las suculentas afectadas por la etiolación puedan volver a crecer normalmente. Lo cierto es que a la parte estirada no se le puede devolver su forma compacta aunque sí se le puede dar otra vida a la parte superior de la suculenta. Para esto, sólo deberás retirar todas las hojas que estén desde la zona estirada hacia arriba con el fin de utilizarlas para propagarlas y crear nuevos brotes. Las hojas que estén muy amarillas no servirán.

Por otra parte, cortaremos la parte superior de la nueva suculenta, dejando entre dos y cuatro centímetros de tallo para poderla plantar. Recuerda dejar secar bien los tallos para que las heridas de cortes cicatricen, de forma que se eviten infecciones en la planta. Después se planta el tallo con la nueva suculenta en un sustrato que tenga buen drenaje, se coloca debajo de luz solar y se espera a que la raíz se arraigue, lo cual puede tardar entre dos y tres semanas. 

Las hojas que cortamos previamente pueden descansar en la parte de las raíces para que puedan captar la luz del sol y respirar, ayudando a la planta previamente afectada a recuperarse por completo.