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Sacude el tablero: China muestra su impactante potencia nuclear y drones en un desfile sin precedentes

China presentó por primera vez su tríada nuclear, misiles de largo alcance y nuevas ramas militares en un desfile masivo en Pekín.

 China expone sistemas que combinan alcance global, defensa en capas y superioridad informacional. 

 China expone sistemas que combinan alcance global, defensa en capas y superioridad informacional. 

Pedro Pardo/AFP vía Getty Images

La capital de China fue escenario de un desfile militar que buscó algo más que impactar con cantidades. El objetivo fue mostrar calidad tecnológica, organización y doctrina. Bajo la conducción de Xi Jinping, el Ejército Popular de Liberación enseñó por primera vez su tríada nuclear.

Lo hizo en el marco de una conmemoración histórica por los 80 años del final de la Segunda Guerra Mundial y de la resistencia contra Japón. El despliegue incluyó drones de última generación, sistemas hipersónicos y misiles intercontinentales.

Mira la Tríada nuclear de China

El desfile de la triada nuclear de china

El desfile de la triada nuclear de china

La novedad central fue la tríada, columna vertebral de cualquier estrategia de disuasión. Hubo un componente aéreo, con el misil de largo alcance JingLei-1, pensado para ser lanzado desde plataformas en vuelo. Se sumó el vector naval JuLang-3, diseñado para submarinos con capacidad de patrulla lejana. El capítulo terrestre incluyó los DongFeng-61 y DongFeng-31, misiles intercontinentales móviles y basados en tierra.

La combinación apunta a asegurar segundo golpe, flexibilidad y redundancia. Con estos tres ejes, China busca garantizar que una agresión tenga respuesta. También pretende mostrar que la logística, el mando y el control interoperan a escala nacional.

El regreso del DF-5C

Otro punto alto fue la aparición del DF-5C. Es un misil balístico intercontinental emplazado en silos. Según información difundida por medios asiáticos, supera los 13.000 kilómetros de alcance. Puede portar múltiples ojivas con reentrada independiente, hasta diez, lo que complica la defensa rival. No se trata de un diseño nuevo en su raíz: es la evolución de una familia que China desarrolló en los años setenta.

La actualización incorpora mejoras en guiado, penetración y comunicaciones. Su presencia en el desfile buscó enviar una señal de continuidad y renovación. La combinación de sistemas modernos con plataformas probadas agrega capas de credibilidad a la disuasión.

Defensa aérea, drones y nuevas fuerzas del ejército de China

La parada incluyó seis misiles de defensa antiaérea. Entre ellos, HQ-19, HQ-12 y HQ-29. Apuntan a interceptar amenazas de diverso perfil y altura. Se mostraron además drones de reconocimiento y de combate, con perfiles de ala fija y helicoidales. El énfasis estuvo en la vigilancia persistente, la guerra electrónica y la capacidad de golpear con precisión.

En paralelo, el país presentó tres nuevas ramas de sus Fuerzas Armadas: la Fuerza Aeroespacial, la Fuerza del Ciberespacio y la Fuerza de Apoyo a la Información. Esta última se definió como un brazo estratégico. Su tarea es sostener operaciones en entornos informatizados y con inteligencia artificial. Integra datos, comunicaciones y logística para campañas en múltiples dominios.

El cielo de Pekín se convirtió en teatro simbólico. Aviones de combate sobrevolaron la plaza Tiananmén con las banderas nacional, del Partido Comunista y del Ejército Popular de Liberación. Luego, 26 helicópteros formaron los números 8 y 0, en alusión al aniversario. Hubo, además, aeronaves con pancartas que decían “La justicia prevalece”, “La paz prevalece” y “El pueblo prevalece”.

El guion unió tradición, propaganda y demostración operativa. La coreografía aérea fue ajustada y buscó mostrar coordinación, carga útil y control de espacio urbano. El efecto comunicacional acompañó al mensaje técnico: disciplina, alcance y cohesión bajo un mando único.

El conjunto dibuja un rumbo. China expone sistemas que combinan alcance global, defensa en capas y superioridad informacional. La tríada nuclear completa un peldaño clave. La incorporación de nuevas ramas hace explícita la ambición de operar en tierra, mar, aire, espacio y ciberespacio con un mismo lenguaje. El DF-5C sirve de puente entre lo heredado y lo nuevo.

Los HQ y los drones sugieren una defensa antiaérea más densa y una vigilancia permanente. En el plano externo, el desfile busca fijar costos a cualquier intento de presión. En el interno, legitima inversiones y reformas. La señal final es de disuasión y de adaptación. Tecnología, doctrina y relato en una misma escena.