El año más violento: política y economía bajo fuego en México
El año 2024 rompe récords de violencia en México con consecuencias devastadoras.
México enfrenta en 2024 un escenario crítico de violencia que no solo golpea al ámbito político, sino que también ha generado un impacto económico y social profundo, especialmente en regiones como Sinaloa. Según datos de la organización civil Data Cívica, este año ya es el más violento en términos de agresiones político-criminales desde que se llevan registros. Con 617 casos documentados hasta noviembre, se superó ampliamente el récord anterior de 570 casos de 2023.
El informe "Votar entre balas" detalla un incremento alarmante en los ataques, asesinatos y amenazas dirigidas a figuras políticas y gubernamentales, además de instituciones relacionadas con el Estado. Desde 2018, se han contabilizado más de 2.200 agresiones de este tipo, siendo un 78 % de las víctimas hombres. Sin embargo, 2024 ha representado un punto de quiebre.
El epicentro de la crisis: Sinaloa
En esta región, el impacto ha sido doble: por un lado, el recrudecimiento de la violencia tras los arrestos de Ismael "El Mayo" Zambada y Joaquín Guzmán López en Estados Unidos, lo que desató una pugna interna entre las células del Cártel de Sinaloa; por el otro, las consecuencias económicas y sociales derivadas de este conflicto.
Solo en noviembre, este estado registró 11 de los 45 casos nacionales de violencia político-criminal, según Data Cívica. Entre las víctimas se encuentran los exsecretarios de Seguridad de Mazatlán, Simón Malpica Hernández y Juan Ramón Alfaro Gaxiola, asesinados con apenas 15 días de diferencia. La situación escaló hasta amenazas directas contra el gobernador Joaquín Rocha Moya, que incluyeron exigencias para cancelar la Expo Ganadera 2024, evento que finalmente no se realizó.
Además, el efecto dominó se extiende al tejido empresarial. Según la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), al menos 108 empresas cerraron en los últimos dos meses en Sinaloa, con pérdidas estimadas en más de 18.000 millones de pesos (900 millones de dólares) y la desaparición de unos 25.000 empleos. En Culiacán, la capital estatal, 85 negocios bajaron sus persianas, mientras que en Mazatlán, un destino turístico clave, cerraron 23 más.
Impacto social y educativo
La violencia no solo afecta al sector político y económico, sino que también ha alterado la vida cotidiana de miles de ciudadanos. En Sinaloa, las balaceras obligaron a implementar simulacros de seguridad en las escuelas, mientras familias enteras se ven forzadas a modificar sus rutinas por temor a ser víctimas de ataques.
Los líderes empresariales han calificado esta situación como una "regresión en el desarrollo social", que priva a la población de paz y tranquilidad. "No se puede transitar libremente ni trabajar con normalidad cuando el miedo es constante", denunció José Medina Mora, presidente saliente de la Coparmex.
Frente a esta crisis, empresarios y sociedad civil demandan acciones urgentes por parte del Gobierno. Entre las propuestas están el fortalecimiento de la seguridad pública, financiamiento para micro, pequeñas y medianas empresas, y el aplazamiento de obligaciones fiscales para evitar más cierres de negocios.
Sin embargo, las demandas también incluyen algo más profundo: un compromiso real para desarticular las redes de crimen organizado que han convertido a regiones como Sinaloa en escenarios de guerra. "No queremos dádivas, queremos condiciones para trabajar", afirmó Medina Mora.
Con una cifra récord de homicidios y un tejido social y económico fracturado, 2024 plantea un reto titánico para el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien asumió la presidencia en octubre. México enfrenta no solo una crisis de seguridad, sino una lucha por recuperar la confianza y estabilidad en sus comunidades.