Qué pasa si Kamala Harris y Donald Trump empatan en las elecciones
La candidata demócrata y el expresidente republicano se enfrentarán este 5 de noviembre en unas elecciones presidenciales en la que se prevé que haya resultados muy ajustados. ¿Puede haber empate?
Aún con el complejo sistema electoral con el que cuenta los Estados Unidos existe una posibilidad, aunque remota, que haya un empate de votos entre los dos candidatos con más chances de ganar la contienda para ocupar la Casa Blanca.
La vicepresidenta y aspirante demócrata, Kamala Harris, y el expresidente republicano Donald Trump (durante el período 2017-2021) se enfrentarán este 5 de noviembre en unas elecciones que prevén un resultado muy ajustado. Es por eso que los analistas no descartan ningún escenario.
¿Cómo podría darse un empate entre Trump y Harris? La clave está en el número de votos total que obtengan del Colegio Electoral. Mediante este mecanismo, cada uno de los 50 estados del país aporta un número determinado de electores o votos repartidos en función de su población.
La gran mayoría de estados entregan todos sus votos al candidato que gane los comicios en el estado, de manera que quien gane en California se lleva los 54 votos de ese estado y el que lo haga en Wyoming suma los tres votos que aportan sus ciudadanos al resultado final.
En total, el Colegio Electoral está compuesto por 538 votos electorales y se convierte en presidente quien logre al menos la mitad más uno de esos sufragios. Pero el número par puede dar la remota posibilidad de que ninguno de los candidatos obtenga la cifra mágica de 270. En otras palabras, existe la posibilidad de que Harris y Trump empaten con 269 votos cada uno.
¿Cómo se resuelve en ese caso la contienda electoral? La Constitución norteamericana dirime este problema en su Enmienda número 12. La norma señala que el árbitro que debería desempatar entre Kamala Harris y Donald Trump es la nueva Cámara de Representantes, cuya composición también se elegirá el próximo 5 de noviembre.
La Cámara Baja debería reunirse en una sesión especial a partir del 6 de enero para elegir al presidente de Estados Unidos. En ese caso, cada delegación estatal tendría un voto, por lo tanto el peso de California y el de Wyoming es el mismo, sin importar la cantidad de pobladores que tenga cada estados, explicó a la agencia de noticias EFE Morris Fiorina, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Stanford.
Como hay 50 estados, el candidato que lograra 26 votos o más se convertiría en el nuevo presidente norteamericano.
En la actualidad, los republicanos controlan 26 delegaciones estatales en la Cámara de Representantes, los demócratas tienen 22 bancas y hay dos empatadas. Los analistas políticos esperan que conserven esa mayoría después de las elecciones.
Al haber un mayor número de delegaciones republicanas, Trump tendría más opciones de ser presidente en caso de un empate con Harris, explicó Rick Hasen, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
¿Qué pasaría entonces con la Vicepresidencia? La elección del vicepresidente, entre el demócrata Tim Walz y el republicano J.D. Vance, la decidiría el Senado. Allí, votarían los 100 senadores, de manera que ganaría el aspirante que lograra 51 apoyos. Al ser dos votaciones separadas, podría darse otra remota posibilidad: que el presidente y el vicepresidente fueran de partidos diferentes.
El Senado está actualmente controlado por los demócratas, pero el 5 de noviembre se renovará un tercio de su composición.
Es de destacar que nunca en la historia de los Estados Unidos se dio un empate en el Colegio Electoral. Pero si bien es un escenario improbable, no se puede descartar por completo.