Conflicto bélico

Cómo son los drones letales que Vladimir Putin le quiere comprar a Irán

El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, denunció este sábado en Arabia Saudita que Rusia busca comprar cientos de sofisticados drones militares para utilizar en la guerra con Ucrania.

Redacción MDZ Online sábado, 16 de julio de 2022 · 12:19 hs
Cómo son los drones letales que Vladimir Putin le quiere comprar a Irán

El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, denunció este sábado en Arabia Saudita que Rusia busca comprar cientos de sofisticados drones militares para utilizar en la guerra con Ucrania, con el objetivo de intensificar la campaña que lleva adelante desde el pasado 24 de febrero.

Según el funcionario, los viajes de la delegación rusa a Irán se produjeron el 8 de junio y el 15 de julio, y en las imágenes publicadas por la Casa Blanca se puede ver cómo los iraníes estaban haciendo una demostración a una delegación rusa del funcionamiento de dos tipos de drones: el Shahed 191 y el Shahed 129.

Irán tiene una amplia variedad de drones, y ha usado y provisto de drones a terceros durante décadas, algo impulsado principalmente por las sanciones que le impidieron importar aeronaves militares o construir grandes jets de combate.

Eso hizo que Irán se convierta en un especialista en drones de combate para varios propósitos, y ya en 2014 varios especialistas de temas militares lo consideraban una potencia en el tema.

Usualmente Irán exporta sus drones a Hezbollá o a los insurgentes hutíes en Yemen, que los utilizan para lanzar ataques en Israel y Arabia Saudita. Pero también los provee para fines más comerciales a clientes en Venezuela y Ecuador, y a estados amigos en África.

El Shahed-129, que se ha desempeñado con éxito en Siria y en Irak, podría ser uno de los drones que más interese a Rusia por su potencial para llevar a cabo misiones de largo alcance que encuentren y destruyan los lanzacohetes móviles HIMARS, que Estados Unidos ha entregado a Ucrania y que actualmente están devastando los depósitos de municiones y los centros de comando rusos.

Además, los Shahed-129 podrían dejar fuera de combate las defensas aéreas ucranianas que están demostrando ser tan problemáticas para las invasoras fuerzas rusas.

La fuerza aérea rusa hasta ahora ha sido incapaz de alcanzar esos objetivos, posiblemente debido a una escasez de armamento inteligente. Eso la ha llevado a cometer fiascos como el de esta semana, cuando dos Su-27 rusos intentaron bombardear dos objetivos en la Isla de las Serpientes y ni siquiera le acertaron a la isla.

Los drones que lleven a cabo misiones en los cielos de Ucrania se expondrán a las defensas antiaéreas y probablemente sufran numerosas pérdidas. Pero los drones son relativamente baratos y reemplazables, algo que no ocurre con los aviones tripulados, y los valiosos blancos a impactar bien valdrían el riesgo.

Recurrir a los drones iraníes sugiere cierta desesperación por parte de Rusia, pero también subraya la importancia de los sistemas no tripulados en la guerra moderna.

El Shahed 191 es un dron al que los iraníes le colocaron un turbojet, por lo que puede alcanzar velocidades de hasta 300 kph durante cuatro horas y media, con una autonomía de 450 kilómetros y una altura máxima de 40.000 pies (12.200 metros, aproximadamente). Puede transportar una carga útil de 50 kg, aunque la agencia de noticias iraní Fars News dice que eso es suficiente para cargar dos bombas inteligentes.

Es un dron básicamente táctico, que puede ser montado sobre un vehículo y no necesita una pista de despegue. El vehículo, al moverse a gran velocidad, supuestamente le da suficiente impulso de ascenso para ganar altitud inicial.

El Shahed 129, por otro lado, es una imitación del MQ-9 Predator del Ejército estadounidense. Es un modelo diseñado para reconocimiento y combate, y es capaz de atacar blancos móviles o fijos.

Tiene un largo de unos 14 metros, una envergadura de 17 metros, y una altura de 4,8 metros. Puede alcanzar una velocidad de 150km/h, con un radio de operación de 1.700 km y una autonomía de 24 horas.

Puede transportar cuatro bombas inteligentes Sadid-345 y su control se realiza desde una estación en tierra y requiere de un piloto y de un operador que gestionan el vuelo de la aeronave. Según estimaciones tiene un costo de 7,5 millones de dólares.

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