Era enfermera, madre y estaba embarazada, pero no pudo contra el covid y la llora un pueblo entero

Tenía 32 años y había trabajado durante la pandemia para ayudar a los demás, pero cuando el covid le tocó a ella, no pudo superarlo. El caso de una enfermera embarazada que falleció de coronavirus puso de luto a un pueblo entero.

La triste noticia llegó a la prensa de Alabama. Haley Mulkey Richardson trabajaba en la maternidad del Hospital Ascension Sacred Heart en Pensacola, tenía una niña de 3 años y estaba esperando un bebé.

Amigos y familiares lamentaron su partida en las redes, y comentaron como fue su fulminante caso de covid. "Estuvo aislada en su casa durante una semana, y luego su ritmo cardíaco aumentó", contó su amigo Jason Whatley.

Una decisión difícil

Cuando su estado de salud empeoró, fue trasladada al Hospital de Salud Infantil y Femenina en Mobile, y luego pasó a la unidad de terapia intensiva de ese mismo centro de salud. "Después de algunos días en el hospital, el obstetra le dijo que iba a perder a su bebé, y desde ahí sólo empeoró cada vez más", agregó su amigo.

"Básicamente le dijeron que era necesario comenzar a tratarla como si no estuviera embarazada. 'Tenemos que hacer lo que podamos por tí porque el bebé va a fallecer de cualquier manera'", expresó. La madre de Haley, Julie, contó que su hija la llamó llorando y le contó que iba a perder a su bebé, "e iba a estar sola cuando eso sucediera".

El 9 de este mes Haley hizo su último posteo en Facebook, en el que mostró resignación por su situación: "Espero y rezo por milagros, pero también estoy rezando por que esto se acabe. Si alguna vez hubo un momento para pedir que algo deje nuestras manos y pase a manos de Dios, es ahora".

El adiós

Su situación no mejoró, y el 16 de agosto la intubaron. El 18 de este mes falleció su hija nonata, Ryleigh, y el 20 fue su turno. "Un doctor nos llamó cerca de las 1.30 un viernes, nos dijo que la situación era sombría y nos preguntó en cuánto tiempo podíamos llegar al hospital", dijo su madre. Un consuelo que le queda a la familia es que alcanzaron a decirle adiós.

La muerte de Haley puso en evidencia la crítica situación de algunos estados de EEUU en los que la vacunación todavía es la excepción y no la regla. Alabama es uno de ellos. A pesar de ser enfermera, Haley no se había vacunado contra el covid.