Clases en Mendoza: "Ningún docente está en contra de la presencialidad"
En medio de las instancias judiciales que desató la polémica por la suspensión de clases presenciales en el AMBA durante dos semanas, indagamos sobre el funcionamiento de las burbujas sanitarias en Mendoza. Aquí el testimonio de algunos docentes por fuera del gremio y la realidad en que trabajan.
Las clases presenciales volvieron en el 2021 luego de que el primer año de pandemia consagrara entre sus errores más graves el cierre de las escuelas. En otras palabras, el año pasado las instituciones educativas fueron la última actividad en reabrir sus puertas. Esta situación no admitió en principio grieta alguna. Los especialistas, los docentes, los niños, los padres y los dirigentes políticos acordaron en la extrema gravedad del asunto que dejó miles de estudiantes en el país completamente fuera del sistema.
Esta semana arrancaban las restricciones en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos aires), aunque con el amparo presentado por Horacio Rodríguez Larreta en muchos puntos de la ciudad se dictaron clases. En nuestra provincia la situación no fue la misma. El gobernador Rodolfo Suárez dijo que no pensaba cerrar las aulas. Por lo cual el lunes el sindicato docente convocó a un paro porque no consideran que estén las condiciones dadas para sostener la presencialidad con el aumento sostenido de casos que se vive en estas últimas semanas.
Entre las voces menos consultadas, están aquellos docentes que no pertenecen al gremio sino sólo al sistema educativo y que cuentan con una visión y experiencia muy valiosa a la hora de sopesar el riesgo o no de la continuidad de las aulas abiertas. Desde MDZ Radio buscamos dos testimonios de docentes de educación media de distintos puntos de Mendoza que pudieran describir lo vivido hasta el momento.
Por un lado está Bettina. Ella es profesora en colegios de Ciudad y Godoy Cruz hace veinte años. Su relato comienza con una afirmación muy contundente que es que "ningún docente está en contra de la presencialidad".
Es una falsa dicotomía donde presencialidad sí o presencialidad no, ya que acá estamos frente a una situación de pandemia dónde la misma ministra Nadal de Mendoza ha expresado en los distintos medios de comunicación la realidad muy dura que se vive a nivel sanitario como la ocupación muy alta de camas. Y es falsa porque absolutamente todos los docentes estamos a favor de la presencialidad.
La docente asegura que ningún colega le ha dicho no querer estar en las aulas. Entiende desde su lugar que la situación epidemiológica en Mendoza es grave y que "acá nadie sabe si podemos necesitar mañana una cama de Terapia. Nadie sabe cómo puede afectar la Covid en nuestro cuerpo.Yo en este momento tengo un colega que está en Terapia Intensiva con 35 años y sin ninguna enfermedad de base. Le están practicando diálisis porque le afectó duramente los riñones".
Por otra parte, durante el 2020 hubo un extenso periodo de tiempo para preparar las escuelas. Desde la DGE (Dirección General de Escuelas) aseguran que hicieron una fuerte inversión y que si bien no existen las condiciones ideales, se llegó en buen estado al arranque del ciclo lectivo 2021. La profesora Bettina cuenta una historia distinta aún cuando trabaja en escuelas muy céntricas con una matrícula importante. "Se perdió un tiempo precioso". Durante el período más estricto de confinamiento "los directivos tenían que asistir y algunos celadores también y no recibíamos el material básico como una lavandina para hacer la higiene correcta. Solamente en diciembre en las escuelas cabecera del microcentro recibieron de acuerdo a la matrícula y con ese dinero se pudo comprar lo que estamos usando ahora que es el termómetro, alcohol y todo lo necesario".
No todos los colegios son iguales. "Algunos edificios son alquilados y no tienen las ventanas necesarias para cumplir con la ventilación cruzada". Según su experiencia como docente, no se trata de "tener el mejor de los protocolos, sino de poder cumplirlo". "Uno puede tener las mejores intenciones y de hecho los directivos y los docentes las tenemos, pero nos encontramos con realidades diversas en las que es muy difícil. Las burbujas no son de quince chicos, son de muchos más". A esto vale agregarle que entre los profesores de secundaria, la gran mayoría trabaja en más de una escuela. En el caso de Bettina, son ocho. "Entonces hay profesores que se movilizan en transporte público pudiendo ser vectores de contagio". Además "entre un 80 y un 90% de los estudiantes se traslada de la misma manera y no aumentaron la frecuencia" apuntó Bettina.
No todo es el Gran Mendoza: ¿qué sucede en el sur de la provincia?
Natalia, docente de nivel medio en General Alvear describió la realidad desesperante que viven en General Alvear. En el departamento sureño ya cuentan "con un 100% de ocupación de camas y una tasa de contagio superior al 70 % desde el 15 de abril, por lo que están en condiciones de volver a la virtualidad".
El día 16 de abril, un medio de comunicación del departamento logró juntar los hisopados del hospital y de OSEP de sólo un día y hubo 105 casos. De los cuales, entre estudiantes y trabajadores de la educación daban los siguientes números: el 53% era de escuelas secundarias, el 34% era de primaria, el 6% de nivel inicial, el 7% de nivel de adultos y únicamente el 6% eran no docentes.
En ese marco, muchos establecimientos educativos cerraron por la cantidad de casos de coronavirus. Actualmente quedan muy pocas escuelas abiertas. Vale destacar que la profesora Natalia había recibido su hisopado positivo el día que contaba la realidad en su departamento. "Todas las clases donde yo di, tuvieron que ser aisladas". Por lo que aseguró que "nadie discute el valor de la presencialidad porque no hay nada como eso. Pero estamos viviendo un caso muy extremo en que se hace necesario volver a la virtualidad porque la escuela y el movimiento que genera disparó abismalmente los casos en General Alvear".
Con respecto a la vacunación destacó Natalia, docente alvearense recuerda que "la gran mayoría de quienes dan clases en escuela primaria no fueron inoculados". Por esa razón, cree que "lo mínimo que debe hacer el estado es que si te contagiás, tengas una cama de hospital y eso hoy por hoy en General Alvear no sucede. Y esto con todo el esfuerzo infrahumano que están realizando los trabajadores de la Salud".
Escuchá las entrevistas completas acá.

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