El cuidado del medioambiente muy cerca de convertirse en ley

Entre tanto ruido legislativo, un importante proyecto en materia educativa quedó relegado en las noticias pero no en la discusión del recinto. La Cámara de diputados aprobó con 215 votos positivos la ley de Educación Ambiental Integral (EAI). Esta iniciativa que ya fue girada al Senado de la Nación tiene muchas posibilidades de aprobarse la próxima semana. Si bien la educación ambiental es un derecho reconocido en la Constitución, no había hasta el momento una forma de garantizar su acceso.

En No cantes victoria hablamos con Maria Aguilar, la Coordinadora general de los departamentos de Educación Socioambiental e investigación y política socioambiental de la ONG Eco House global. Desde allí explican que estos conocimientos están reconocidos en "el artículo 41 de la Constitución como un derecho, en la Ley Nacional de Educación y en la ley general del ambiente también".

La propuesta es generar "un programa, un sistema y una metodología unificada" que lleve la educación ambiental a cada rincón del país. "Se la llama ley de presupuestos mínimos, es decir que cada provincia o jurisdicción del país la tiene que incorporar como un piso mínimo de contenidos. De ahí para arriba". La expectativa de Eco House es que se apruebe en la cámara alta y que en la reglamentación se elabore una forma transversal de impartir los contenidos asociados a las otras asignaturas.

Lo que sucede actualmente es que hay distintas iniciativas y diferentes niveles de profundidad de acuerdo a lo que cada provincia implementa y no hay un criterio unificado y controlado de qué contenidos se están brindando. Esta es la importancia de que exista una ley nacional al respecto.

 

¿Qué es la educación ambiental?

Según Aguilar el concepto puede ser un poco difuso "en el ámbito académico". Hoy se debate si es "educación ambiental o educación para el desarrollo sostenible". Sin embargo, desde Eco house aseguran que el objetivo es "traer a niños, adolescentes y también adultos información de la realidad socioambiental: qué recursos se están utilizando para hacer los productos que fabricamos, o para brindarnos los servicios que usamos todos los días y sobre todo qué impacto generamos con nuestras actividades". Por lo que por un lado es informarse sobre el impacto del consumo de nuestra vida diaria, pero también "cómo revertir eso a lo que estamos aportando en un contexto de calentamiento global y crisis climática".

Por otra parte, desde hace poco tiempo pareciera que ser ambientalista se puso "de moda". Jóvenes con historias sobresalientes y un tanto excéntricas se convocan  atrás de la figura de Greta Thunberg y ponen a los líderes mundiales a contestarles su reclamo "qué están haciendo con nuestro planeta". A esto cabe sumarle que de hecho el ex presidente de EEUU Donald Trump decidió retirar a su país del Acuerdo de París (acción que ya fue revertida por su sucesor Joe Biden). Entonces, ¿estamos frente a un fenómeno en el que la gente más joven "viene" con una perspectiva más amigable con el planeta? María Aguilar que lleva años estudiando el tema sostuvo que se trata de una época dónde hay mucha más información disponible. Lejos de tratarse de "algo que traen los jóvenes", se debe principalmente a que "hoy sabemos lo que está pasando en directo en cualquier otra parte del mundo. Ese acceso a la información hace que uno no solamente tome conciencia de aquello que sucede a nivel local, sino también a nivel planeta".

El proyecto de ley de Educación Ambiental Integral que ya está camino a Senadores propone abarcar todos los niveles  y modalidades educativas. "No solamente las escuelas desde nivel inicial hasta secundaria, sino también universidades, instituciones de formación docente y otros ámbitos educativos".

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