El gimnasio que fundó la Locomotora Oliveras seguirá su legado: "Dejó todo sin pedir nada a cambio"
La mujer apadrinó un gimnasio que se encuentra en Santa Fe para recibir a los chicos en situación de calle y para mujeres en situación de violencia de género: los detalles.

Un lugar que recibe jóvenes y mujeres. Créditos: Captura de pantalla / Telefe Santa Fe
La tarde del lunes impactó a la Argentina, ya que el país perdió no solo a una boxeadora, sino a una luchadora en vida. Alejandra Locomotora Oliveras falleció el 28 de julio, producto de un shock, consecuencia de una embolia pulmonar severa. Hacía 13 días estaba internada.
Pese a la triste noticia, otras historias de vida se enriquecieron producto de la solidaridad de la boxeadora, quien como lema de vida sostuvo el ayudar a otros sin pedir nada a cambio y muchos, son testigos de dicha verdad. Tal así, que la mujer fundó un gimnasio para apadrinar jóvenes en situación de calle y mujeres víctimas de violencia de género.
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El gimnasio se fundó en 2020 y funciona en el Barrio Alfonso de Santa Fe, la Locomotora Oliveras, sigue siendo un lugar clave para muchos jóvenes y adultos de la zona, especialmente en estos momentos difíciles para la legendaria boxeadora.
Saúl Cicurella, entrenador del gimnasio social, contó hace pocos días los inicios del establecimiento y habló en aquel entonces, de la pronta recuperación de la luchadora. Aunque lamentablemente, el destino tenía otra cosa preparada.
Locomotora Oliveras, un lugar que abraza a los chicos
"Nosotros hemos abierto este año la posibilidad de estar acá. La posibilidad de que los chicos tengan un espacio de práctica es gracias a lo que ella dejó, si no sería imposible costear los elementos de la actividad. Gracias a su gran solidaridad, sin pedir nada a cambio y la verdad que no todas las personas tienen esa predisposición", expresó el entrenador a cargo.
Luego, expresó: "Desde mi lugar que puede ser el de cualquier otro, el agradecimiento en estos momentos y mandarle a la familia apoyo, fuerzas. Creo que nos tocó a todos y más en el mundo del deporte de contacto. Nos tocó como si fuera alguien de la familia, de la casa, con su naturalidad".
"Es un espacio de encuentro y vínculo. No es un fin netamente económico es más una cuota societaria para mantener el lugar activo. Ella dejó bolsas, el piso de goma, sogas, tensores, y varias cosas que hay, después fuimos sumando nosotros..."
Luego, se comentó las actividades y edades: "Hacen artes marciales chicos de 6 a 11 años, después todo deporte de contacto a partir de 12 hasta 18, años".