Emociones

Languidez: una nueva emoción que reduce el deseo y el placer

Muchas veces se plantea que el cuerpo habla recién cuando llegamos a situaciones limites que no somos capaces de poner en palabras. ¿Y qué sucede si lo planteamos al revés?

Andrea Saporiti lunes, 10 de octubre de 2022 · 09:19 hs
Languidez: una nueva emoción que reduce el deseo y el placer
La languidez es una sensación recurrente en buena parte de las personas

La salud emocional es un componente fundamental y necesario para transitar los procesos que a cada persona se le presentan. Es llamativo como muchas veces no se le da el lugar que requiere para aprender a conectar, conocer y poner nombre a ese mundo que no siempre es exacto y cuantificable. Sin embargo, dar el espacio para identificarlo es clave para la recuperación física. ¿Será que nos es más fácil reconocer el límite en el cuerpo que en la esfera emocional?

En los últimos tiempos muchos trabajos de investigación, desde las neurociencias han demostrado la importancia de poner nombre aquella emoción y sentimiento que estamos vivenciando.

Poder “nombrar” poner en “palabras” es el primer paso para comprender. Aprender a regular las emociones, nos permite tener más claro donde situarnos y como continuar transitando los procesos personales sin que nos envuelvan. La situación actual nos lleva a experimentar nuevas emociones que son necesarias identificar, para que cada uno pueda encontrar sus propias respuestas. Quisiera que nos detuviéramos por un instante y pensáramos qué color le pondríamos a la emoción generalizada de estos tiempos

Cada emoción está asociada a un color que nos tramite su intensidad, sus matices y nos muestra el paisaje interior. Seguramente podríamos observar dos colores el general y el propio, pueden o no coincidir. Hoy se observa un tono gris en el estado de ánimo general y esta emoción tiene un nombre: languidez.

El diccionario de la real academia española lo define como: “descorazonado, desalentado, postrado, derrengado, extenuado, fatigado, cansado, agotado, desanimado o flojo a causa de un esfuerzo de tipo físico". Y agregaría emocional.

Desde el punto de vista psicológico se ha comenzado a definir este estado emocional que no tiene las características de una depresión, ni de la tristeza aguda, pero que es muy importante prestarle atención porque su presencia se hace cada vez más evidente. Reconocerla es el primer paso para encontrar el rumbo.

Sensaciones que caracterizan a la languidez

La languidez como estado anímico se caracteriza por:

  • Falta de concentración,
  • Ausencia de interés
  • Hartazgo
  • Sensación de vacío
  • Exceso de horas sin hacer nada
  • Cambios de rutina y horarios

Estas características aparecen muy de a poco, reduciendo el deseo y el placer por las cosas cotidianas, generando un autoaislamiento que puede llevar a la soledad y a la dificultad de sentir el propio sufrimiento y por lo tanto pedir ayuda. Es un estado donde la persona sigue funcionando en sus actividades y vínculos afectivos, pero no encuentra momentos de alegría y bienestar.

El movimiento en todas sus formas es un elemento clave para volver a generar el flujo necesario que permita salir de ese estado de falta de sentido y cansancio. El primer paso es el reconocimiento, el segundo ponerse en camino. Y en ese ponerse en camino, consultar con un especialista es un acto que muchas veces puede prevenir situaciones que con el tiempo pueden ser más complejas. Darse tiempo para el cuidado emocional es clave para un cuidado integral.

* Mag. Andrea Saporiti (MN: 20.297) es psicóloga

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