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Detox mental: 9 maneras de despejar tu mente

Hoy en MDZ Femme a través de Pinterest te contamos acerca de 9 actividades para despejar tu mente, para que la renueves y la desintoxiques en el lapso de una semana. ¡Empezá el 2020 de cero!

Redacción MDZ Online sábado, 30 de noviembre de 2019 · 00:00 hs

Te aportoamos el qué, el cómo tendrás que buscarlo pues según sea tu rutina deberás encontrar la mejor forma de aplicar cada una de estas prácticas e integrarlas a tu semana.  El resultado lo vale, una mente despejada, clara, serena que conecta de forma natural con paz y calma.

Que tu vida sea ajetreada no significa que tu mente deba estarlo.  Se puede llevar una vida plena de extraordinarios momentos con una mente tranquila.  De hecho es lo ideal para darte ese espacio de pensar y reflexionar antes de hacer, a fin de elegir llevar a cabo aquello que conecta realmente con la vida que eliges y quieres.

La semana tiene 7 días o 168 horas.  Puedes elegir hacer una actividad cada día o seguir la receta que damos al pie de la letra y regalarte ese tiempo dentro de tus horas semanales.  Tú eliges.

Un tiempo de silencio

cVivimos en un mundo lleno de ruido, sonidos, palabras, voces, que sacuden y aturden al cerebro.  Con todo ese escándalo es una utopía aquietar y despejar tu mente y con ello conseguir claridad.

20 minutos diarios de silencio sin dispositivos, voces, solo sonidos naturales pueden conectarte con esas respuestas que están dentro de ti y esperan solo un poco de paz para emerger y responderte.

Un rato sin redes sociales

Si practicas el punto previo lograrías un 2 en 1 ya que el tiempo de silencio es de forma natural un espacio sin conexión a redes sociales.  Como no sabemos cuáles de estas actividades podrás incorporar de forma rápida, separamos este punto ya que si no practicas el silencio a diario sí recomendamos ampliamente que incluyas la desconexión intencional de las redes sociales (incluyendo whatsapp).

Tienen su lado útil pero cuando te enganchas en redes sociales te desconectas de conversaciones profundas, seres queridos, tareas claves ligadas a tus metas.  La recomendación son justamente 20 minutos diarios.

¿Qué dices?  Te animas.

Tiempo dedicado a hacer algo que te encanta

Una vez por semana, como mínimo, separa un tiempo en tu agenda para hacer algo que amas.  La recomendación es al menos 1 hora para que lo disfrutes, lo saborees y lo experimentes al máximo.

Puedes elegir al inicio de cada semana qué vas a hacer, para tener lo que sea necesario listo.  Lo más importante es separar el tiempo y es indispensable, que seas íntegro a la hora de mantener esta actividad, no importa cuán ocupado puedas estar.

Nuestra productividad mejora cuando nos damos el permiso de hacer algo que nos gusta, pues estimula nuestra creatividad, eleva nuestros niveles de energía y nos pone en tono positivo.

Juega como niño

Se parece al punto anterior pero no es igual.  Aquí se trata de jugar con la misma buena disposición para divertirte que tenías cuando eras niño.

A nosotros por ejemplo nos encanta leer, eso embona a la perfección con el punto previo, pero no en este.  En este, insistimos, se trata de jugar.  Hay opciones de juego físico, mentales, de mesa, las posibilidades son amplias.  Es ideal que busques un compañero(a) de juego pues hacerlo de forma compartida incrementa la diversión.

Si tienes hijos o sobrinos, puede ser el momento ideal para compartir con ellos, aprender de su curiosidad y dejarte contagiar de su capacidad para reir y ese optimismo natural que los distingue.  La dosis semanal mínima recomendada:  20 minutos o más.

Haz algo fuera de tu rutina

Una vez por semana explora nuevas sensaciones.  Prueba una comida diferente, vive algo distinto a lo usual, realiza una nueva actividad que te ha llamado la atención por mucho tiempo.  Toma una ruta inusual a la que eliges siempre; lee un libro que no consideras para ti; mira una película de un género del que no eres fanático; vístete con colores fuera de tu paleta tradicional; péinate distinto.

Como ves hay opciones simples y sencillas, hasta algunas más arriesgadas.   La idea es estirar tu capacidad de salir de la zona de comodidad, aumentar la flexibilidad y despejar tu mente.

20 x 2 x 1  

Parece una fórmula matemática pero es simplemente una forma de recordar esta práctica.  Por cada 20 minutos de actividad intensa, regálate 2 minutos de descanso y 1 minuto de respiraciones y estiramientos.

Nos hemos acostumbrado a trabajar sin parar durante horas, usualmente lo hacemos en la misma posición.  Esto afecta a tu espalda, tu vista si estás frente a una computadora y cada minuto extra te tornas más improductivo.

Programa una alarma para que cada 20 minutos suene y te recuerde parar.  Solo durante 2 minutos levántate, respira profundamente varias veces, sonríe y haz algunos estiramientos.

Tu cuerpo, en especial la columna, tu mente y todo tu ser lo apreciarán y lo agradecerán con una rica energía productiva.

Afirmaciones y gratitud 

Las afirmaciones te ayudan a reprogramar tu mente con creencias positivas e inspiradoras y reemplazar muchas de esas creencias limitantes que durante años te has esmerado en fijar.

La gratitud también aporta un nuevo esquema mental o mindset.  Si agradecemos es porque tenemos motivos, porque somos privilegiados, porque hay elementos positivos y significativos en nuestra vida.

Agradece al despertar, antes de dormir y haz durante el día una lista de al menos 3 cosas por las que te sientes agradecido:  el café de la mañana, el tener una almohada rica y suave, el poder caminar con tus propias y saludables extremidades.

Si quieres comenzar el día con el espíritu elevado, agradece y afirma todas las veces que puedas en la mañana, mientras te vistes, mientras manejas o levántate un poco más temprano y genera un ritual energizante.

Escucha audios relajantes

Internet está lleno de recursos valiosos.  Uno de ellos son los audios con música o sonidos relajantes.  Incluso hay algunas opciones de sonidos bineurales específicamente creados para ayudar a aquietar la mente.

Aprovecha este recurso y busca en youtube, las alternativas con las que te sientas más a gusto.  Programa al menos 15 a 20 minutos para escuchar estos audios al menos 3 veces por semana.

Piensa si estás vibrando en la frecuencia que deseas o si está tu mente llena de miedos, dudas, desesperanza y desmotivación.  Te das cuenta simplemente conectándote contigo y percibiendo cómo te sientes.  Si hay mucha energía en ti y alegría, estás bien y tu mente está alineada con lo que quieres.

Si, por el contrario, hay mucho miedo, quejas o pensamientos negativos, tu mente está recargada y abrumada.  Es tiempo de aquietarla y llenarla de pensamientos de amor, paz, esperanza y alegría.

Céntrate en tu respiración

Cuando estás tenso una de las manifestaciones físicas primarias es cortar la respiración o hacerlo con un ritmo agitado.

Si respiras bien, le mandas a tu cuerpo y al cerebro, el mensaje de que pueden relajarse.  Eso también significa que la situación que te puso en alerta ya pasó (aunque no sea cierto es el mensaje que transmites a tu cuerpo).

Calma tu mente, centrándote en tu respiración.  No es controlarla, ojo porque eso al contrario puede estresarte mucho más.  En vez de hacerlo en automático, enfoca toda tu atención a ese momento en el que respiras.  Siente cómo el aire entra por tu nariz, agradece que estás respirando, visualiza cómo ese aire pasa de tus fosas nasales a tu sistema respiratorio y recorre tu cuerpo.

Durante el día haz pausas y observa cómo estás respirando.  Si lo estás haciendo de forma profunda y pausada vas bien.  Si por el contrario pillas qu estás respirando entrecortado o de forma acelerada, haz un alto y realiza varias respiraciones profundas.