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Cuatro opciones para enfriar muy rápido una botella de vino: ¡qué útil!

Te contamos algunas maneras muy eficaces y veloces de enfriar el vino cuando tenés poco tiempo y te olvidaste de colocarlo en la heladera, porque siempre... ¡Hay que disfrutarlo en la temperatura ideal!

MDZ Divinos
MDZ Divinos martes, 9 de marzo de 2021 · 01:44 hs
Cuatro opciones para enfriar muy rápido una botella de vino: ¡qué útil!
Hay que enfriar el vino bien.

¿Alguna vez te ha pasado que te olvidaste de poner el vino en la heladera, y en poco tiempo llegas los comensales a una cena en la que sos anfitrión? 

Siempre están los que se encogen de hombros y optan por agregar unos cubitos de hielo a la copa, pero este es un gran error, pues esto altera los sabores del elixir de Baco. Si bien no hay que pecar de purista... ¡hay joyas enológicas que deben ser respetadas!

Tampoco se recomienda utilizar un freezer, pues uno puede olvidarse y congelar el vino, y si es un espumante, está el riesgo de que estalle.

Si bien cada tipo de vino tiene su punto de temperatura ideal para ser servido, en general podemos decir que si se sirve extremadamente frío apenas se perciben los aromas y se acentúan los sabores ácidos, y si está muy caliente se notan más los alcoholes. 

Si hay que enfriar una botella de vino rápidamente, te recomendamos alguno de estos cuatro métodos:

1. Agua helada y sal

Una de las formas más efectivas y habituales es sumergir la botella de vino en un recipiente lleno de agua helada y sal. Nos puede servir perfectamente una frapera que tenga además hielo. La sal es un elemento capaz de reducir la temperatura de congelación del agua, por lo que podrá enfriar el vino de forma mucho más rápida.

Es fácil: al recipiente con el hielo y el agua helada hay que agregarle una cucharada sopera de sal y mezclarlo todo bien. Tras esto, metemos la botella de vino que queremos enfriar y en solo cinco minutos la tendremos lista. La mezcla de sal y agua absorbe el calor de la botella para que el frío del hielo se transmita más rápido al vino.

2. Las uvas congeladas

Las uvas congeladas son una excelente opción para poder enfriar rápidamente el vino tinto, explica la periodista Ada Funes.

Este método llega de España, y solo hay que incluir unas uvas congeladas en el vaso para que hagan el mismo papel que unos cubitos de hielo. Pero a diferencia del hielo, las uvas no aguarán el vino.

Las uvas hay que congelarlas previamente para que produzcan el efecto deseado. Al verter el vino en la copa, se pueden agregar las uvas congeladas.

3. Envolver la botella de vino en una toalla húmeda

Una forma que se suele usar con frecuencia es la de envolver la botella de vino con una toalla húmeda o con papel de cocina y dejar enfriar en el freezer (pero hay que estar atentos, y usar este método solo en casos de urgencia). La toalla o el paño húmedo se congelará rápidamente y, gracias a esto, el vino se enfriará de forma mucho más rápida de lo normal (en unos 10-15 minutos ya estará frío).

Hay que tener mucho cuidado porque al retirar la botella del freezer, la toalla podría estar pegada al cristal. Para solucionarlo, podemos poner la botella bajo un chorro de agua tibia y la toalla se deslizará sola. Además, hay que tener siempre en cuenta una advertencia clara: nunca debemos meter el vino directamente en el congelador.

4. Los enfriadores de botellas

Un enfriador de botellas es uno de los métodos que más se suelen emplear para enfriar rápidamente un vino. En el mercado actual hay ya enfriadores de todo tipo, incluso aquellos que permiten regular el nivel de temperatura. Algo que resulta muy adecuado, ya que cada tipo de vino requiere de un nivel de frío diferente.

Lo primero que debemos hacer es meter el enfriador en el congelador para que tome la temperatura adecuada. Hay quienes por comodidad tienen ya siempre el enfriador en el congelador. Una vez que esté listo, lo sacamos e introducimos la botella en él. De esta forma, el vino se enfriará en solo cinco minutos y estará al gusto de los comensales.

Sin embargo, el mejor consejo es no olvidar que hay que ponerlo en la heladera un tiempo determinado antes. Lo mejor es colocarlo en la puerta de la misma, y dejar que se vaya enfriando poco a poco. Los vinos blancos y espumosos, que son los que más fríos se sirven, necesitan de unos 30-40 minutos en la heladera para adquirir la temperatura ideal.

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