La belleza que enferma

¿Qué es ser bello hoy? La idea de la belleza existe desde siempre. Sus concepciones, representaciones, discursos y prácticas han acompañado a las personas hacia un camino idílico, doloroso y hasta absurdo a favor de esa búsqueda estética y de todo lo se podría conseguir al alcanzarla: fama, éxito, reconocimiento, aceptación.

Byung Chul Han, un filósofo surcoreano define a la belleza contemporánea como una percepción de características lisas, sin faliencias, limpia refiriéndose al bajo o nulo  estímulo visual y táctil que despierta, sin impactar en las emociones y sensaciones. Lo bello es llano y pulcro, por lo tanto más fácil de tolerar, es menos incómodo, más aceptable, todo esto expuesto en su obra “ la expulsión de lo distinto”.

Al buscar ser iguales perfectos, digitales, retocados y filtrados la persona va perdiendo Identidad, lo singular e individual se sacrifica en pos de una belleza que no moviliza, no emociona, y junto con la Identidad se pierden los vínculos, primero consigo mismo, luego con los demás.

La belleza es todo lo que llena, lo que completa, lo que se resalta, lo que humaniza  y se aleja. Cuando se manipula, se contradice en la diada salud-belleza, se ancla en extremos, inmoviliza, reprime, porque cuando no hay movimiento la belleza es un ideal inerte, sin vida.

Aún hay tiempo de abrirnos a la experiencia de lo bello, de lo cambiante, del movimiento, del asombroso, de lo distinto, porque quien mira al otro como bello y humano, puede contemplarse a si mismo como bello y verdadero. Recuperemos la verdad junto con la belleza, lo auténtico junto con la libertad, la esencia junto con los vínculos.