Presenta:

Receta de pastelitos al horno para un 9 de Julio más liviano y rico

Esta receta de pastelitos es perfecta para celebrar el Día de la Independencia de manera más liviana pero igual de deliciosa.

Pastelitos de membrillo que homenajean la tradición.

Pastelitos de membrillo que homenajean la tradición.

Si hay un indispensable comestible del 9 de Julio, son los pastelitos, con su masa hojaldrada y ese corazón de dulce de membrillo. En esta receta, los hacemos al horno para aligerarlos. Son perfectos para compartir con el mate o para coronar una mesa criolla. ¡Probalo!

Ingredientes (para 12 unidades)

  • 500 g de harina 0000

  • 100 g de manteca fría

  • 1 huevo

  • 1 cda de vinagre de alcohol

  • 150 ml de agua fría

  • 1 pizca de sal

  • 300 g de dulce de membrillo

  • 1 huevo batido (para pincelar)

  • Azúcar impalpable o glasé liviano (opcional)

Pastelitos de membrillo argentinos: receta con masa casera Foto: Shutterswtock
El emblema dulce de las fechas patrias se renueva con una receta con cocción al horno.

El emblema dulce de las fechas patrias se renueva con una receta con cocción al horno.

Paso a paso de la receta:

  1. En un bowl grande, colocar la harina con la sal y la manteca en cubos pequeños. Integrar con las manos hasta obtener un arenado fino.

  2. Agregar el huevo, el vinagre y el agua de a poco hasta formar una masa suave. No hay que amasar demasiado, solo lo justo.

  3. Envolver en film y dejar descansar 30 minutos en la heladera. Luego, estirar con palote hasta que quede bien fina.

  4. Cortar en cuadrados (de unos 10 x 10 cm) y colocar un cubo de dulce de membrillo en el centro. Tapar con otro cuadrado, girando la posición para que se forme una estrella de ocho puntas. Presionar bien los bordes.

  5. Disponer los pastelitos en una placa con papel manteca y pincelar con huevo batido.

  6. Hornear a 200°C hasta que estén dorados y crujientes (unos 20-25 minutos). Espolvorear con azúcar impalpable o pincelar con un glasé liviano si se desea dar un toque brillante.

  7. Servir tibios. Con mate, café o incluso con helado. ¡Riquísimo!