Hay un tipo de vino que previene infartos y no es el tinto: aquí el dato

Durante muchos años se ha relacionado al consumo moderado de vino tinto con los beneficios de la salud del corazón. De hecho, fue el mismo doctor René Favaloro quién recomendó beber una copa de vino tinto por día para proteger a las arterias del efecto devastador de la aterosclerosis. Esos estudios se han centrado en que el vino tinto es rico en compuestos orgánicos antioxidantes llamados polifenoles.
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Ahora, la investigación reciente nos trae un nuevo estudio que le da buenos motivos para festejar a los aficionados a los vinos blancos y espumosos. Especificamente cuando se pone atención en el paro cardíaco súbito (PCR), y allí los investigadores descubrieron que beber espumante y vino blanco estaba fuertemente asociado con un menor riesgo.
Esta anomalía es la pérdida repentina de toda actividad cardíaca, y más de doscientos mil estadounidenses lo padecen cada año. Estas personas requieren atención médica de emergencia inmediata para prevenir la muerte. El estudio, publicado el 28 de abril en la Revista Canadiense de Cardiología y realizado por investigadores de la Universidad Fudan de China, analizó una amplia gama de factores del estilo de vida que podrían aumentar o disminuir el riesgo a padecerlo.
En su análisis inicial, entre más de cincuenta factores, los investigadores descubrieron que el consumo de cualquier tipo de alcohol, como vino tinto, espumante o vino blanco, cerveza y sidra, se asociaba con un menor riesgo de muerte súbita. Y luego, con la utilización de un método estadístico más reciente, analizaron los datos con mayor profundidad para intentar establecer relaciones causales entre los factores de riesgo y la incidencia de esta anomalía. Dicho análisis identificó nueve factores con una relación causal, como el consumo de vino espumoso o blanco y el consumo de fruta, que redujeron el riesgo. Un índice de masa corporal (IMC) y una presión arterial sistólica más elevados se encontraban entre los factores causales que aumentaban el riesgo.
Si bien el vino tinto contiene más compuestos fenólicos en general, los vinos blancos y espumosos contienen una gama de polifenoles potencialmente beneficiosos, incluido el ácido protocatéquico. Es posible que estos compuestos puedan contribuir a la protección contra el paro cardíaco.