El fenómeno del impostor: cómo reconocerlo y superarlo para sentirte mejor

El fenómeno del impostor es una sensación desconcertante que puede afectar a cualquier persona, sin importar su éxito profesional o académico. Este fenómeno se manifiesta cuando alguien, a pesar de sus logros, siente que no es merecedor de ellos y se percibe como un fraude.

Desde la década del 80, cuando la psicóloga Pauline Clance identificó el fenómeno, se ha observado que muchas personas exitosas luchan con sentimientos de inseguridad y autosabotaje. A pesar de estos sentimientos, el fenómeno del impostor no está formalmente reconocido en los manuales de diagnóstico psiquiátrico, lo que complica aún más su identificación y tratamiento.

Este fenómeno está vinculado a una distorsión en la percepción de nuestras capacidades. Las personas que lo padecen a menudo se sienten incapaces de reconocer sus logros, atribuyéndolos a la suerte o al azar en lugar de a su esfuerzo y habilidades. 

Contrario a este fenómeno, existe el fenómeno Dunning-Kruger, donde algunas personas sobreestiman sus capacidades y conocimientos, sintiéndose más competentes de lo que realmente son.

El impacto del fenómeno del impostor puede ser profundo. En el ámbito laboral, por ejemplo, puede llevar a evitar ascensos o incluso renunciar a trabajos debido a una percepción distorsionada de nuestras capacidades. A nivel psicológico, quienes lo padecen pueden experimentar altos niveles de ansiedad, estrés e incluso depresión, lo cual también puede afectar sus relaciones sociales y familiares.

La clave para enfrentar este fenómeno es un diagnóstico adecuado y la consulta con un profesional de salud mental. La terapia puede ser fundamental para desarrollar una autoestima equilibrada y una autoimagen más realista. Además, reconocer estos patrones es el primer paso para poder modificarlos y alcanzar un bienestar integral.

Es importante recordar que la ansiedad y otras manifestaciones psicológicas relacionadas con este fenómeno pueden ser abordadas eficazmente con la ayuda de un profesional. La intervención adecuada puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de quienes luchan con estas percepciones distorsionadas.