Los pueblos de Chile que esconden tesoros inexplorados: viajes místicos, estrellas y vida de campo
Esta región de Chile cuenta con paisajes que atraen a turistas de todo el mundo por su belleza. Allí destinos emergentes son ideales para los amantes de la naturaleza, el astroturismo y lo rural.
Estos tranquilos pueblos que descansan en imponentes valles son ideales para los viajeros que disfrutan del contacto con la naturaleza, de los sitios con historia y de tradiciones arraigadas. Se esconden en una región de Chile que cuenta con paisajes montañosos, playas, turismo rural, astroturismo y deliciosa gastronomía.
Si bien estos pueblitos se encuentran en una región que es conocida por ser el sitio donde se encuentra La Serena, uno de los destinos de playa más visitados por turistas chilenos y argentinos, más allá de sus populares costas se encuentran atractivos turísticos poco explorados y se pueden vivir experiencias únicas en el mundo.
Al norte de Chile, la Región de Coquimbo atrae a turistas de todo el mundo. Se destaca por su interacción única entre la costa del Pacífico y sus valles transversales, resguardados por la Cordillera de Los Andes. Allí se ubican cuatro pueblos rezagados que aguardan, con sus riquezas naturales, sus historias ancestrales y la calidez de su gente, a ser explorados por los viajeros más aventureros.
Los valles del Limarí y el Choapa son reconocidos por sus impresionantes viñedos que dan vida a vinos y piscos aplaudidos a nivel internacional, los que seducen y atraen a los turistas que curiosos llegan hasta esta zona para conocer los secretos de su elaboración. También por sus cielos limpios, ideales para la observación de estrellas que permiten desarrollar atrapantes actividades vinculadas al astroturismo.
“Pero no sólo estos brebajes y sus cielos estrellados atraen la mirada de los visitantes. En Coquimbo, existen santuarios naturales, turismo aventura, un amplio patrimonio arqueológico, paisajes culturales de pircas, cabras y frutales. La invitación es a descubrir nuestros caminos, transitados por nuestros ancestros más lejanos, pueblo diaguita, y también los más cercanos como crianceros trashumantes y mineros artesanales que con coloridas piedras han creado artesanía tradicional única en Chile”, asegura Paola Vásquez directora regional de ProChile.
Un viaje por los pueblos poco explorados de Coquimbo
Cada uno de los destinos emergentes de Coquimbo son guardianes de atractivos naturales y culturales que invitan a tener una extraordinaria conexión con la naturaleza, con la esencia de cada pueblo y con la gastronomía típica.
Monte Patria
Monte Patria, emplazada en la Precordillera, destaca por sus hermosos parajes y rica tradición gastronómica. Sus fértiles valles la hacen propicia para la producción de diversos productos como frutas frescas, uvas de mesa, palta, mandarina y frutos secos. Estas son las tierras del pisco también, producto con denominación de origen desde 1931.
Uno de los emprendimientos turísticos de Monte Patria es Valle del Sol, un complejo en el medio de la naturaleza que invita a desconectarse. Nelson del Carmen Veas Cortés, dueño del lugar, quien siente un profundo respeto y cariño por estas tierras, empuja en su comunidad para el desarrollo del turismo local.
“La mayoría somos familias microagricultores de pequeñas parcelas históricas y queremos ver crecer este lugar -expresa- muchos de nosotros tenemos descendencia indigena molle, dieguitas y ánimas”.
Fueron estos pueblos originarios los que dejaron plasmado su arte rupestre en una gran cantidad de lugares de este destino emergente. “Quedaron dibujos en las piedras, petroglifos que se encuentran en zonas privadas, pero que ahora se intentan abrir todas al turismo para que se pueda conocer la historia del lugar”, compartió Nelson del Carmen Veas Cortés.
Aprovechando los cielos limpios de Monte Patria, en Valle del Sol además se ofrecen actividades de astroturismo, guiadas por grandes conocedores de las estrellas, quienes acompañan la experiencia guiada y suman atrapantes historias y anécdotas.
Pero no solo es posible conectar con el universo a través de las estrellas, para quienes buscan viajes místicos y de sanación espiritual, Nelson y su familia también ofrecen otros servicios a los turistas que buscan experiencias únicas, como ceremonias de temazcal y camas de cuarzo. “Son camas llenas de piedra de cuarzo, sobre las cuales la persona se acuesta y puede aprovechar las propiedades curativas de este elemento”, explica Nelson.
En Monte Patria además, los visitantes tienen la oportunidad de vivir algo único en el mundo, una experiencia rural que solo se desarrolla en un establecimiento llamado “Cuna del Sol”, un corral de amansa racional de caballos, ubicado en la localidad de Chañaral de Carén.
“Hacemos amansa racional, es decir sin violencia, sin maltrato, ni castigo alguno. Esto lo hacemos en las noches de luna llena y bajo el cielo estrellado, con música de arpa chilena en vivo. El amansador es un verdadero artista”, cuenta Marcela Iriarte con una voz pausada que demuestra la tranquila vida que lleva en Chañaral de Carén.
Esta actividad se lleva a cabo durante todo el año, cada luna llena; además de esta experiencia inigualable, los visitantes pueden disfrutar de cenas bajo las estrellas y degustar quesos de cabras asados y churrascas chilenas.
A poco más de 30 kilómetros al norte de este lugar, se encuentra Higuera de Rapel, sitio donde nació el emprendimiento familiar de agroturismo “Sendero La Higuera Weneleufu”, un lugar con identidad ancestral y de tradición campesina.
Este emprendimiento ofrece al visitante un lugar de conexión con la naturaleza y vida de campo que integra observación astronómica, alojamiento, recorridos por un huerto familiar orgánico, de diversidad de frutales y plantas medicinales que lo conectan con experiencias gastronómicas, en las cuales dan a conocer costumbres culinarias rurales.
Los visitantes son parte de la preparación de comidas en la cocina a leña y entregan degustaciones bajo los árboles frutales de su sendero, acompañadas del relato de historias de vida campesina de tradición agrícola y criancera de la zona.
La familia de “Sendero La Higuera Weneleufu” invita a los turistas a compartir mate o café de higo, sumada a otras delicias de elaboración propia como mermeladas gourmet, arrope de distintos frutos y snacks de frutos secos.
“Hacemos un turismo vivencial y de naturaleza en base a tradiciones de nuestros ancestros, practicamos la sustentabilidad, la economía circular, y todo lo que hacemos es una actividad familiar. Las personas llegan para vivir una experiencia que les permita alejarse del ruido de las ciudades, desconectarse”, explicó María Angélica Díaz, responsable del emprendimiento turístico.
Sendero Wenuleufü también cuenta con un domo 100% sustentable, con un telescopio y mirador para las observaciones astronómicas. “Sin dudas el mayor Patrimonio turístico de Coquimbo son los cielos oscuros, sin contaminación lumínica, que dan la sensación de casi tocar las estrellas con las manos”, asegura María Angélica Díaz.
Punitaqui
A aproximadamente una hora en auto de Monte Patria, se encuentra otro de los destinos emergentes de la Región de Coquimbo, Punitaqui. En sus actividades económicas, destacan la agricultura, principalmente la producción de uva de mesa, mandarinas y vino.
Este destino de Chile tiene una rica tradición en el desarrollo de la artesanía en piedras y la construcción de instrumentos musicales, como guitarras y bombos.
Canela
Canela esta otro de los destinos de bellos parajes naturales. Entre sus principales actividades económicas se encuentra la agricultura del secano (actividad caprina), la minería y artesanía.
En la localidad de Huentelauquén se ubica el humedal “Las Salinas de Huentelauquen”, catalogado como sitio Ramsar, una categoría de conservación internacional, por su rica biodiversidad.
De las 4 comunas de zonas rezagadas, Canela es la que tiene contacto con la costa. Aquí destaca la bahía de Puerto Oscuro que antiguamente fue un puerto minero. La playa tiene forma de rectángulo y está rodeada de acantilados. En el costado norte posee casas de veraneo que simulan palafitos, lo que lo hace especialmente atractivo a la vista.
Combarbalá
Combarbalá destaca por su tradición minera, de la mano de artesanos que por generaciones han trabajado con la combarbalita, piedra volcánica semipreciosa de gran belleza.
También aquí, el visitante puede conectarse con los pueblos precolombinos en los Petroglifos de Las Chilcas. Allí, en la localidad rural de Cogotí, se encuentra el restaurante “Terraza Mirador” de Combarbalá, el cual trabaja en alianza con el operador turístico “Delfines”.
En 2011 comenzaron a elaborar productos de chocolatería usando energía solar en el proceso de fundido de la materia prima. Luego, se incorporaron otros productos de pastelería, banquetería y coctelería, hasta que el gran paso fue abrir el restaurante y recibir público.
El emprendimiento se encuentra en la ruta de los petroglifos, por lo que conecta a sus visitantes con el Sitio Arqueológico “Rincón Las Chilcas”, donde existen más de 230 petroglifos del período prehispánico, identificados con la cultura Molle. Este lugar es una invitación para descubrir las conexiones con el cosmo de los pueblos originarios.
Cada uno de estos destinos tuvo la posibilidad de darse a conocer en la Feria Internacional de Turismo (FIT) que se desarrollo en la Ciudad de Buenos Aires durante el mes de octubre. Esto gracias al trabajo en conjunto y el impulso de ProChile con su “Programa de Capacitación Internacional para Zonas Rezagadas de la Región de Coquimbo”.