Previene la artritis con ejercicio: nunca es demasiado tarde
Con la rutina adecuada disfruta de un bienestar renovado, libre de la rigidez y el dolor de la artritis.
A partir de los 50 años o un poco antes, las articulaciones empiezan a quejarse de dolor y rigidez. Los nudillos se hinchan, las rodillas crujen, y la espalda, el cuello, las caderas y los hombros se sienten cada vez más rígidos. Estas molestias pueden indicar los primeros signos de artritis.
Lo peor es que esta enfermedad no tiene cura y el ejercicio puede prevenir sus síntomas, sus síntomas. Y es que el tratamiento de la artritis se centra en aliviar el dolor, reducir la inflamación y mantener la movilidad de las articulaciones. La actividad física adecuada ayuda a mantener el rango de movimiento.
Los ejercicios aeróbicos son una excelente forma de comenzar. Realizar actividades como caminar, nadar, andar en bicicleta o incluso bailar durante 30 minutos al día, cinco días a la semana, puede hacer maravillas para tus articulaciones. Estos ejercicios mejoran la circulación.
Los entrenamientos de fuerza o de resistencia, realizados dos o tres veces a la semana, pueden hacer una gran diferencia. Estos ejercicios, que pueden incluir el uso de bandas de resistencia, pesas ligeras o máquinas de ejercicio, ayudan a fortalecer los músculos que rodean las articulaciones. Lo ideal es trabajar con una intensidad del 60% de tu capacidad máxima.
El equilibrio y la coordinación también funcionan para las personas con artritis. Ejercicios como el tai chi, que combina movimientos lentos y controlados con técnicas de respiración, son ideales para mejorar el equilibrio y la flexibilidad sin poner tensión adicional en las articulaciones. Además, puedes practicar ejercicios simples como mantener el equilibrio sobre una pierna o caminar de talón a puntillas.
Y los ejercicios de flexibilidad, esenciales para mantener las articulaciones móviles. Estiramientos regulares, yoga y pilates son excelentes opciones. Estas prácticas ayudan a mantener las articulaciones en movimiento a lo largo de toda su amplitud, lo que previene la rigidez y reduce el riesgo de lesiones.