Las mejores posturas para alcanzar el orgasmo masculino
No olvides que la exploración, la comunicación y la conexión emocional son fundamentales para una vida íntima plena.
Según un estudio realizado por estos expertos, la duración perfecta del sexo se encuentra entre siete y trece minutos. Sin embargo, la duración no es el único factor que influye en la calidad del orgasmo. La movilidad y la elección de la postura son claves. Generalmente, cuanto más restringida sea la movilidad de un hombre, más difícil será para él alcanzar el orgasmo.
Una de las posturas más recomendadas es "el trono". En esta posición, el hombre está sentado, ya sea en una silla o al borde de la cama, mientras su pareja se arrodilla frente a él para realizar una felación. Esta postura permite una gran conexión visual y emocional.
Otra postura es "la mariposa masculina", también conocida como "la libélula". En esta postura, la mujer está tumbada en la cama, boca arriba, con la cabeza apoyada sobre una o dos almohadas. El hombre se coloca encima, con sus piernas alrededor de su cara. Esta postura permite un control total sobre el ritmo y la intensidad, lo que facilita la llegada al orgasmo.
"La postura del perrito" es otra postura que se destaca. En esta posición, la mujer se coloca a cuatro patas mientras el hombre se arrodilla detrás de ella. Esta postura le da al hombre todo el control sobre el ritmo y la profundidad de la penetración, lo que puede llevar a orgasmos muy intensos. Además, la postura del perrito permite una estimulación directa del punto G de la mujer, lo que aumenta su placer.
La postura conocida como "la vaquera" también es muy popular por su capacidad para llevar al hombre al orgasmo. En esta posición, la mujer se sienta sobre el hombre, tomando el control total de la profundidad y la velocidad de la penetración. La postura "piernas al hombro" es otra opción excelente para aquellos que buscan una experiencia intensa y satisfactoria. En esta posición, la mujer se acuesta boca arriba mientras el hombre levanta sus piernas y las coloca sobre sus hombros. Esta postura permite una penetración profunda y una gran conexión física, lo que puede llevar a orgasmos muy intensos.