Lo que no sabías: diez mitos que no ayudan a nuestra alimentación saludable
La licenciada en Nutrición, Sofía Barberis habló con MDZ sobre los mitos y creencias que existen en los alimentos que consumimos a diario.
En la constante búsqueda por mejorar nuestra alimentación y estilo de vida, nos encontramos con una vasta cantidad de información sobre qué deberíamos y no deberíamos comer. Sin embargo, muchas de las creencias populares sobre la dieta y la nutrición se basan más en mitos que en hechos. Desentrañamos la verdad detrás de 10 de estos mitos alimenticios para guiar hacia una alimentación más consciente y saludable.
La licenciada en Nutrición, Sofía Barberis, Mat. 2035, dialogó con MDZ sobre los mitos y verdades que existen alrededor de los alimentos que consumimos a diario. En varias ocasiones las personas en general no consumen ciertos alimentos o directamente se saltan almuerzos o cenas, pensando que bajan de peso. A continuación detallamos 10 verdades sobre nuestras comidas.
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1. Eliminar pan y pastas para bajar de peso
La noción de que cortar pan y pastas de la dieta es esencial para perder peso es incorrecta. Los carbohidratos son indispensables como fuentes de energía, en especial para el cerebro, por lo que eliminarlos podría resultar en fatiga y debilidad. Fue el primer mito que derribó la licenciada en Nutrición, Sofía Barberis.
2. Los lácteos engordan
La profesional en temas alimenticios dijo lo siguiente sobre esta creencia: “La idea de que los lácteos engordan por defecto es un mito. Consumidos en las porciones adecuadas, especialmente en su forma descremada, los lácteos no tienen por qué ser enemigos de la figura”.
3. Las frutas engordan
El azúcar natural de las frutas, la fructosa, no conduce al aumento de peso si se consume en las cantidades recomendadas de cinco porciones de frutas y verduras al día. Siguiente en la misma temática que la anterior, este mito es totalmente falso. La Licenciada en Nutrición recalcó que: “Todos los excesos alimenticios engordan, lo que hay que hacer es cumplir con cada porción designada por día”.
4. La yema de huevo aumenta el colesterol
Contrario a la creencia popular, la yema de huevo no aumenta peligrosamente los niveles de colesterol. Contiene grasas saludables que pueden mejorar el balance entre el colesterol bueno y malo. “Es importante destacar que no todas las grasas son malas, es por eso que siempre hay consultar con un profesional en el tema o en algunos alimentos, leer el etiquetado”.
5. Evitar la cena para bajar de peso
“Omitir la cena no ayuda a perder peso de manera efectiva. Ignorar cualquier comida puede llevar a debilidad e irritabilidad, afectando el bienestar general”. Fue uno de los puntos que dijo Sofía Barberis en varias oportunidades en la entrevista, lo que hay que hacer es cuidarse con las porciones diarias de cada alimento.
6. Para bajar de peso hay que pasar hambre
La creencia de que el hambre es necesaria para adelgazar es falsa. Una dieta saludable se basa en comer de manera equilibrada y no en la restricción severa de alimentos. En la misma sintonía que el mito anterior, saltearse cualquier tipo de alimento no ayuda para nada en una dieta en general.
7. Consumir pasas ayuda a la memoria
“No existe evidencia científica que respalde que las pasas por sí solas mejoren la memoria. Una dieta mediterránea, rica en frutos secos y pescado, ofrece mejores beneficios para el cerebro”, fue lo que mencionó Sofía Barberis, licenciada en Nutrición sobre este mito.
8. Las gaseosas sin azúcar no generan aumento de peso
Aunque las bebidas sin azúcar parecen una alternativa saludable, su consumo excesivo, debido a los edulcorantes, puede contribuir al aumento de peso.
9. Todas las Grasas Son Malas
Este es un concepto erróneo; las grasas saludables, como las monoinsaturadas y poliinsaturadas, son esenciales para el organismo y deben formar parte de una dieta equilibrada.
10. Los productos light ayudan a perder peso
Los productos light no son automáticamente sinónimos de saludables. Es imprescindible leer el etiquetado nutricional para comprender su verdadero valor en nuestra dieta.
Desmitificar estas creencias alimenticias nos permite tomar decisiones más informadas sobre nuestra dieta y salud. La clave está en una alimentación equilibrada, donde ningún alimento es visto como un enemigo. Es vital consultar a profesionales en nutrición para obtener planes alimenticios personalizados que se ajusten a nuestras necesidades individuales, promoviendo así un estilo de vida saludable y sostenible.