Hay que aburrirse: deja el teléfono y verás cómo sana tu mente
Hay que preguntarnos por qué usamos tanto el teléfono y qué evitamos al estar conectados. El aburrimiento es lo mejor que te puede pasar.
El uso constante del teléfono celular pareciera ser fundamental en nuestras vidas. Desde que nos despertamos hasta que nos acostamos, estamos constantemente conectados a nuestros dispositivos móviles, revisando redes sociales, respondiendo mensajes y consumiendo contenido en línea. Sin embargo, este hábito aparentemente inofensivo puede tener consecuencias negativas para nuestra salud mental.
El exceso de tiempo frente a la pantalla del celular puede llevar a una situación de dependencia que afecta nuestra capacidad para conectarnos con nosotros mismos y con los demás. El teléfono está diseñado para ser adictivo, para que lo revisemos cada 5, 10 o 20 minutos. Esta hiperestimulación constante puede agotar nuestra capacidad de concentración y afectar nuestra salud mental.
El psicólogo Adam Alter describe en su libro "Irresistible: The Rise of Addictive Technology and the Business of Keeping Us Hooked" cómo las empresas de tecnología utilizan técnicas de diseño persuasivo para mantenernos enganchados a sus productos. Desde las notificaciones hasta los likes y comentarios en redes sociales, todo está diseñado para activar nuestro sistema de recompensa y hacernos sentir bien temporalmente.
Sin embargo, esta gratificación instantánea tiene un costo. El uso excesivo del celular puede afectar nuestra capacidad para experimentar emociones más profundas y significativas. Cuando estamos constantemente distraídos por la pantalla del celular, perdemos la oportunidad de aburrirnos y permitir que surjan nuevas ideas y emociones en nuestro interior.
El aburrimiento es un estado mental necesario para fomentar la creatividad y la introspección. Cuando nos aburrimos, nuestro cerebro tiene la oportunidad de divagar y explorar nuevas ideas. Es en estos momentos de tranquilidad y silencio cuando podemos conectar con nosotros mismos y descubrir lo que realmente nos motiva y nos inspira.
La doctora Marian Rojas Estapé señala que el exceso de pantalla puede ser un síntoma de alguien incapaz de gestionar sus emociones. En lugar de enfrentarse a sus pensamientos y sentimientos, recurren al celular como una forma de escape. Este comportamiento evasivo puede llevar a una falta de autoconocimiento y autoaceptación, lo cual es fundamental para una buena salud mental. "Es importante preguntarnos por qué usamos tanto el teléfono y qué estamos tratando de evitar al estar constantemente conectados a él. ¿Tenemos miedo del aburrimiento? ¿Nos sentimos incómodos estando solos con nuestros pensamientos?", dice.