Gripe o influenza: los hábitos más saludables para combatirla
La gripe, también conocida como influenza, es una enfermedad respiratoria que la causan varios tipos de virus, siendo los más comunes el tipo A y el tipo B, que son responsables de las epidemias cada año. Aunque en la mayoría de los casos los síntomas son moderados, esta enfermedad puede llegar a ser peligrosa para ciertos grupos, como los niños pequeños, los adultos mayores y personas con condiciones de salud preexistentes. Adoptar ciertos hábitos saludables resulta clave para combatir esta enfermedad y prevenir su propagación.
Debemos recordar estos hábitos saludables e implementarlos sin excusas. La gripe no solo afecta a quienes la padecen, sino que también tiene consecuencias a nivel comunitario, ya que la alta transmisión puede saturar los sistemas de salud y afectar a quienes presentan mayor vulnerabilidad.
El lavado de manos es uno de los hábitos más importantes para prevenir la gripe. Al realizar esta práctica con agua y jabón, se eliminan posibles gérmenes que hayan llegado a nuestras manos por contacto con superficies o personas infectadas. Cuando no sea posible lavarse las manos, el uso de un desinfectante a base de alcohol se presenta como una alternativa práctica. Este simple gesto ayuda no solo a prevenir la gripe, sino también otras infecciones respiratorias que se transmiten de forma similar.
El cuidado de la higiene al toser o estornudar. Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable ayuda a evitar que las gotitas lleguen a otras personas. Si no se cuenta con un pañuelo, se recomienda toser o estornudar sobre el ángulo interno del codo.
Además de estas medidas básicas, mantener un estilo de vida saludable fortalece el sistema inmunológico, lo que facilita al cuerpo combatir el virus en caso de contagio. Dormir lo suficiente, mantener una rutina de ejercicio físico y llevar una dieta equilibrada contribuyen al buen funcionamiento del sistema inmunológico.
Importantísimo: tomar mucha agua. Mantenerse hidratado ayuda a que el cuerpo funcione adecuadamente y permite que las mucosas estén en buen estado, lo que dificulta la entrada de virus. Beber agua y otras bebidas calientes, como infusiones, es lo mejor y evitar compartir con personas que pudieran estar enfermas.
Estar atento a los síntomas y acudir de inmediato al médico: fiebre mayor a 38 ºC, tos, congestión nasal, dolor de garganta, de cabeza y muscular, malestar generalizado. En los niños pueden presentarse también: problemas para respirar, vómitos o diarrea e irritabilidad o somnolencia.