La historia poco conocida de la conexión entre Julio Iglesias y Pablo Escobar

En sus 77 años de vida, Julio Iglesias ha vivido un sinfín de aventuras en que las mujeres, las noches, sus giras, el dinero y el alcohol han sido una constante. Si bien hace ya un tiempo el cantante español se encuentra tranquilo y lejos de los escándalos mediáticos se dio a conocer una historia que lo vincula con el difunto narcotraficante colombiano, Pablo Escobar.
A pesar de tener una exitosa carrera artística, Iglesias ha tenido que vivir situaciones para agradables en su intensa vida. Una de ellas fue cuando a medidos de le la década de los noventa, un grupo terrorista que respondía al ETA secuestró por más de 20 días a su padre de 66 años en ese entonces. Por suerte, el cantante español pudo rescatar a su progenitor de manera ilesa. Tras este suceso, Julio decidió mudarse con toda su familia a Miami.
Antes de que el intérprete de “Me olvidé de vivir” pudiera volver a estar con su padre, le habría pedido ayuda al mismísimo Pablo Escobar para poder rescatar a su progenitor. La relación entre Iglesias y el narcotraficante colombiano se originó cuando estos frecuentaban la discoteca “Los Años Locos” en la ciudad de Cali. Allí, los protagonistas empezaron a forjar una amistad que perduró unos años.
Todo venía perfecto en la amistad entre Julio Iglesias y Escobar. Pero la relación se empezó a “enfriar” luego de que Pablo le pidiera en varias oportunidades al cantante español a que realizara shows en su lujosa hacienda. El oriundo de Madrid siempre rechazó la invitación del narcotraficante, algo que a este no le gustó para nada. Entonces, ante la negativa del cantante ibérico, decidió atentar contra un familiar de él.
Pablo Escobar había decidido secuestrar a la hija mayor de Julio, Chábeli Iglesias pero este plan nunca llegó a concretarse. Así lo dio a conocer Juan Pablo Escobar, hijo del narcotraficante que en su libro “Pablo Escobar, mi padre” relata cómo se estaba orquestando todo un plan para poder secuestrar a María Isabel Iglesias y llevarla en un avión privado a Colombia, para luego pedir un rescate.