Por qué Owen Wilson se niega a conocer a su hija de tres años

Ese rostro tan peculiar, distintivo y con rasgos únicos ya está inmerso en el inconsciente colectivo. En una inmensa mayoría de los puntos cardinales, Owen Wilson se erige en una celebridad, un verdadero ícono de la comedia romántica de Hollywood.

El actor ha protagonizado decenas de tanques y con su estilo logró conquistar sonrisas por doquier e incluso miles de suspiros. Este rubio dispone de una carrera prolífica, repleta de éxitos y hasta se sumergió en el universo de los superhéroes con su reciente participación en la serie de Marvel, llamada Loki.

Lejos de su talento actoral, Owen ahora se convirtió en noticia por una cuestión personal, que lo tiñó de polémicas y que abrió fuertes debates respecto a su comportamiento como padre. Una situación que lo posicionó en el ojo de la tormenta.

Resulta que Wilson se ha convertido en padre por tercera vez hace tres años, de la pequeña Lyla, que aterrizó al mundo como fruto de su relación amorosa de cinco años con Varunie Vongsvirates. Hasta ahí todo normal, pero lo llamativo surge con la determinación de no participar siquiera del parto.

El actor se negó rotundamente a presenciar el nacimiento de su hija y como si fuese poco le exigió a su ex una serie de pruebas para clarificar su paternidad. A pesar de los resultados conclusivos, Wilson se limitó a arreglar una cuota alimentaria, pero no a participar en la vida y la crianza de la niña.

Vongsvirates ha manifestado en diferentes ocasiones el dolor que atraviesa a Lyla, quien no conoce a su padre, nunca se encontraron en persona. Un comportamiento extraño. Lo cierto es que la pequeña luce con una notoria similitud en sus rasgos físicos, que se pueden percibir en los distintos posteos de la ex de Owen.

El famosísimo tiene otros dos hijos, Robert (10 años) y Finn (7 años), producto de sus vínculos con la policía Jade Duell y la personal trainer Caroline Lindqvist. Wilson se muestra muy activo con ellos, juega, sale a pasear e incluso declara públicamente el orgullo y el amor que le generan. Todo lo opuesto a lo que sucede con Lyla.